Lionel Laurent para Bloomberg Gadfly
Hay 1.036 monedas virtuales ahí afuera, desde Bitcoin hasta BigBoobsCoin. Y el precio de casi todas se derrumbó el viernes por la mañana. El bitcoin, que dio inicio al mundo de las criptomonedas con su rígido algoritmo, alcanzó su punto más bajo en dos semanas antes de volver a unos 14.000 dólares.
¿Es este el estallido épico de la burbuja que los bajistas esperaban? Aún no. Las ventas ciertamente parecen una reversión de la tendencia de compras masivas que llegó a la fiebre en 2017. Pero, en términos de precios absolutos, las criptomonedas sólo parecen marginalmente menos locas.
Incluso después de caer un 35% desde un récord, el bitcoin aún exhibe un alza de 1.200% de lo que era a finales de 2016. Y las correcciones son comunes en este mercado. El bitcoin cayó un 13% en un día hace solo tres meses, y un 22% en un día en 2015.
Cualquier cosa que reduzca la posibilidad de que los reguladores tengan pérdidas serias y sistémicas, sólo puede ser algo bueno
Lo que es preocupante para los verdaderos cripto-creyentes es que los argumentos sobre las diferencias fundamentales entre los méritos de cada moneda digital se pierden en el abrumador aplastante de hacerse rico o salir. La caída de 24 horas del bitcoin del 18% fue igualada o superada por otras criptomonedas del top5, compuesto por Ethereum, Bitcoin Cash, Ripple y Litecoin.
Recordemos que algunos de estos reclaman ser versiones nuevas y mejoradas del bitcoin original, que muestra su antigüedad, ya que sus estrictas reglas crean congestión en el sistema e incrementan las comisiones por transacción a más de 40 dólares.
La oscilación del precio también es muy preocupante para todos aquellos peces pequeños ansiosos que se han zambullido recientemente, llegando al tiempo que la aristocracia del mundo bitcoin – las llamadas ballenas – van en disminución.
Gadfly ha notado que el nivel superior más rico de las tenencias de bitcoin se ha reducido desde enero, mientras que los pequeños titulares de fracciones de la criptomoneda se han incrementado.
E incluso aquellos que tienen la suerte de estar sentados en las ganancias que cambian la vida y piensan en vender, o simplemente rotar a otras criptomonedas, enfrentan el riesgo constante de que todo el mercado se asuste. A pesar del interés de Goldman Sachs Group, este no es un mercado sofisticado.
Hablando de Wall Street, es poco probable que veamos una disminución en la presión para comercializar bitcoins por el momento. Con los contratos de futuros lanzados, las solicitudes de fondos cotizados en bolsa y la interminable evidencia de que las criptomonedas ofrecen mucha volatilidad que gira en torno al dinero, hablar de un escritorio de operaciones de Goldman Sachs no es sorprendente.
Pero si Wall Street recibe más sustos de caída de precios como este, tal vez forzará a más gente a pensar antes de dar el paso. Cualquier cosa que reduzca la posibilidad de que los reguladores tengan pérdidas serias y sistémicas, sólo puede ser algo bueno.
