Hay eventos que revolucionan la manera de consumir. El Mundial de Fútbol es uno de ellos. Este año se celebrará en Rusia, los grupos ya están configurados y la cuenta atrás ha comenzado. Pero no habrá un solo ganador. Los fabricantes de televisores (y componentes) juegan su propio mundial. Samsung y la china Hisense parten como favoritos.
Además, se dan todos los condicionantes para que la venta de televisiones durante 2018 meta mucho dinero en algunos bolsillos. Según un informe de Bloomberg, el coste de los componentes en las teles de alta definición, sobre todo en lo que respecta a la pantalla, está en mínimos históricos. Eso supone, a su vez, que los fabricantes puedan bajar los precios y hacer agresivas ofertas. Consecuencia: las ventas se disparan.
Todo en un contexto favorable, puesto que las competiciones deportivas son el argumento perfecto por parte de los fabricantes como Samsung para vender más mediante promociones. Así, en el pasado Mundial (2014), a lo largo del año se vendieron un 6% más de aparatos con respecto al año anterior. Después todo vuelve a la normalidad. Y este año habrá nuevo repunte.
Aunque la clave para este nuevo repunte de ventas, según estima Bloomberg, se debe sobre todo al coste de los paneles LCD con la que se ensamblan las nuevas televisiones de alta definición. De este modo, todos los fabricantes podrán potenciar -sin problema- sus productos de gama alta, puesto que los márgenes seguirán siendo favorables pese a la bajada de precios.
Muchos ganadores
Al margen de las firmas que comercializan el producto final, dentro del engranaje en la venta de televisores hay otros actores que también se frotan las manos: los fabricantes de pantallas. Así, CEC Panda, AU Optronics y BOE planean aumentar su producción de manera considerable los próximos meses con el objetivo de que la rueda no deje de girar.
Además, como han conseguido reducir costes en la fabricación, saben que podrán vender más. De igual modo, la apuesta por pantallas de mayor tamaño hace, si cabe, que su margen sea mayor, porque el producto final -pese a las promociones- también tiene un mayor coste.
Samsung se frota las manos, LG y Sony aspiran a ello
Según los analistas de Bloomberg, el conjunto de fabricantes aspira a cerrar un gran 2018, sobre todo influido por el Mundial, nadie lo niega. Pero si hay una marca que tiene este año en rojo es Samsung. Los coreanos, junto a LG y Sony, quieren seguir liderando el mercado, y saben que no puede desaprovechar la oportunidad.
La clave, ya comentada, será la rebaja en los precios de los LCD, que ha caído un 18% desde su máximo este año. Y, debido a la elasticidad de la demanda generada por el aumento de ventas, no se espera que esos costes vayan a aumentar.
De este modo, la audiencia potencial de los 2.100 millones de espectadores que generará el Mundial de Rusia, debe ser abastecida. Además, este año hay un factor clave: los husos horarios esta edición serán más favorables para China, Japón y Corea, unos mercados de gran consumo, tanto de televisores como de propio fútbol, por lo que todos los analistas coinciden en que será otro factor clave para elevar las ventas.
Hisense y China, protagonistas
Al margen de Samsung, el otro gran protagonista del Mundial de Rusia -sin ser futbolero- será el fabricante chino Hisense. Se trata de una de las firmas que más crece y vende en estos momentos, aunque también es cierto que su mayor peso está en su mercado local. Algo, precisamente que quiere revertir este año en la media de lo posible.
De entrada, el impacto de marca será grande. Se trata de uno de los principales patrocinadores del Mundial, lo cual le dará por primera vez una dimensión global a la empresa. Y lo necesita. En China, la venta de electrónica de consumo empieza a estancarse, por lo que las firmas locales deben buscar otros mercados.
Un ejemplo es que las ventas de Hisense en el extranjero en su segmento de televisión subieron un 23% el año pasado, en comparación con un descenso del 6,2% en China. Esto provoca que sea un año fundamental. Muchos aspiran a levantar la copa del mundo, otros solo a vender televisiones.
