Mark Grant para Bloomberg Prophets
Últimamente se le ha prestado tanta atención a la Reserva Federal en términos de lo que los legisladores dicen y hacen, que ya es hora de corregir algunas observaciones.
En su reunión de política en junio, la Fed anunció que comenzaría a reducir su balance en 10.000 millones de dólares (8.472 millones de euros) al mes. Y lo ha hecho, con activos que bajan a 4,43 billones de dólares (3,75 billones de euros) desde los 4,47 billones de dólares (3,79 billones de euros). Pero este descenso es mínimo si se tiene en cuenta que sus activos eran de un billón en el 2008.
Dicho de otra manera, la “normalización” ha sido una palabra muy aclamada por los miembros de la Reserva Federal, pero nada de eso ha ocurrido. Estamos siendo engañados. Tal vez sucederá en algún momento, pero aún no ha sido así.
Los bancos centrales mundiales ahora tienen 18,39 billones de euros en activos
En cualquier caso, la mayoría de los bancos centrales están expandiendo sus activos, más que compensando cualquier “contracción” por parte de la Reserva Federal. Yardeni Research señala que los principales activos de los bancos centrales crecieron 1,6 billones de dólares (1,36 billones de euros) en los últimos 12 meses.
¿Qué diferencia habrá si la Fed reduce su balance en 10.000 millones de dólares (8.472 millones de euros) por mes? Casi nada, ni siquiera lo suficiente como para ser considerado un error de redondeo.
Los bancos centrales mundiales ahora tienen 21,7 billones de dólares (18,39 billones de euros) en activos, y esa cifra se dirige a 24 billones de dólares (20,33 billones de euros) en septiembre próximo, según mis cálculos.
¿Dónde en este escenario hay algún tipo de “normal”? Las acciones combinadas de los bancos centrales del mundo es un hecho inédito, entonces, ¿cómo caracterizas “normal” en ese contexto? No puedes.
Al menos con la Fed, a diferencia de muchos otros bancos centrales, hay muy poco riesgo de crédito en sus tenencias. La composición de su cartera es básicamente bonos del Tesoro de los Estados Unidos, deuda de agencias gubernamentales y valores respaldados por hipotecas de agencias.
No hay mucho de qué preocuparse aquí. Sin embargo, la Fed es virtualmente única en este respecto. También tiene la menor cantidad de activos en relación con el producto interno bruto de los principales bancos centrales.
“¿Cómo caracterizas “normal” en ese contexto?”
Con 23% del PIB, los activos totales de la Fed se comparan con 40% para el Banco Central Europeo y 93% para el Banco de Japón, según Reuters. Suiza es el valor atípico, con los activos del Banco Nacional Suizo que totalizan 127% del PIB.
Lo que los inversores deben tener en cuenta es el creciente riesgo en los activos de estos otros bancos centrales. El Banco Nacional Suizo está en una posición muy arriesgada. Alrededor del 94% de los activos de su balance se encuentran fuera del país.
Según los datos de la entidad financiera, cerca del 20% se invierte a nivel mundial en acciones, incluidos 88.000 millones de dólares (74.560 millones de euros) en acciones de los Estados Unidos.
Un banco central que me preocupa un poco es el Banco Central Europeo. Yardeni Research fija sus activos en 5,2 billones de dólares (4,41 billones de euros). Aquí, no sólo se trata de tamaño, sino también de composición.
A partir de junio de 2016, el BCE comenzó a comprar bonos corporativos. Ahora tiene alrededor de 152.000 millones de dólares (128.785 millones de euros) de esta deuda, según sus propios datos, y está planeando comprar más. Los bonos que posee de una compañía, Steinhoff International Holdings, están en serios problemas.
Las notas emitidas por una unidad de Steinhoff cayeron hasta 41 céntimos después de que Steinhoff dijera el miércoles que demoraba indefinidamente la publicación de sus resultados, citando una investigación criminal y fiscal en Alemania que data de 2015.
En junio de 2016 el BCE comenzó a comprar bonos corporativos
Será interesante ver cómo reacciona el BCE, ya que sus reglas son bastante confusas sobre qué hacer en situaciones como ésta. Según UBS, el BCE tiene 26 bonos calificados por debajo del grado de inversión, o “basura”, que ascienden a 21.200 millones de dólares (17.962 millones de euros) en deuda hipotética.
A medida que avanzamos hacia 2018, mi enfoque sigue siendo “On the Money”. Mientras se imprima dinero nuevo, entonces creo que la tendencia en los mercados se mantiene hacia precios de acciones más altos; menores rendimientos del Tesoro; y los activos de riesgo se comprimieron, cada vez más, contra sus puntos de referencia.
Independientemente de las protestas de la Reserva Federal y de los demás bancos centrales, el flujo de “dinero de polvo de duendes” no ha cedido. Les recuerdo el adagio de Wall Street: “actúen sobre lo que hacen y no sobre lo que dicen”.