El planeta necesita un respiro. Llevamos casi dos siglos castigando nuestro medio ambiente, y ya no aguanta más. Un ejemplo se acaba de vivir en Madrid -de nuevo- con las restricciones al tráfico por altos niveles de contaminación. Por este motivo, el impulso de los coches eléctricos debe convertirse en una realidad cuanto antes. Aunque todo hace indicar que falta tiempo para que los bolsillos de los ciudadanos puedan acceder a este mercado.
Quizá se den pocas ayudas desde las administraciones públicas; o simplemente el precio de los vehículos con motor de combustión sigue siendo la mejor opción. Lo evidente es que los coches electrificados todavía están en punto muerto. ¿El motivo? Sus costes de fabricación y posterior precio de venta.
¿Cuánto falta para democratizar este segmento? Al menos 10 años. Así lo estiman desde Bloomberg New Energy Finance. El motivo es que los precios de las baterías deben bajar a la mitad del precio que tienen actualmente para ser competitivos. Pero eso -lo más probable- es que no ocurra hasta 2026, cuando se proyecta que el coste de los paquetes de baterías de iones de litio bajará hasta unos 100 dólares por kilovatio/hora.
El objetivo del sector es el paso de las baterías de iones de litio que usan electrolitos líquidos a los sólidos, que resuelven la necesidad de un almacenamiento de energía más seguro y potente. Por ejemplo, desde Toyota aseguran que están trabajando para comercializar la tecnología a comienzos de la década de 2020. Por su parte, Dyson sostiene que construirá un vehículo eléctrico que usará baterías de estado sólido en tres años. La compañía británica invertirá 1.300 millones de dólares para desarrollar el coche, además de la misma suma para crear estas baterías de estado sólido.
El coche eléctrico, una preocupación (y negocio) de los grandes
Lo bueno de esta carrera comercial es que, si bien tiene intereses comerciales, al menos sirven para ayudar al medio ambiente. Así, se puede ver una acelerada competición -por ejemplo- entre Panasonic, BYD y LG. Se trata de los principales fabricantes de baterías de iones de litio para VE, según BNEF.
Muestra del negocio que se está generando desde hace años es que las acciones de compañías como el fabricante de sal de litio Stella Chemifa y Sociedad Química y Minera de Chile, que extrae sustancias químicas como el litio, están en ascenso. Asimismo, la demanda más alta de los metales usados en las baterías beneficia a empresas como Tanaka Chemical, que fabrica y vende componentes para dispositivos de almacenamiento.
Resumen: todo está en los costes
Sea como sea, la clave serán los costes. Según estimaciones de Bloomberg, el coste medio de los automóviles propulsados por combustibles fósiles ronda los 28.000 dólares, cifra que probablemente suba a 30.000 para 2030. Para ser lo bastante baratos como para reemplazar esa flota, los vehículos eléctricos dependerán de una caída proyectada de 67% en el costo de las baterías en los próximos nueve años.
Es decir, que ahora mismo la verdadera guerra para abaratar el precio de los coches eléctricos se juega en el coste de las baterías, los materiales que se usa y su desarrollo. Cuando se resuelva esta ecuación de una manera barata se podrá tener un parque automovilístico barato. Hasta entonces, gasolina.