Cass R Sunstein para Bloomberg View
Llegamos al final de 2017, lo que significa que es hora de anunciar el premio anual más codiciado de películas: los Oscar a la Economía Conductual (Becons, por sus siglas en inglés). Creado hace unos años, los Becons, como se les conoce, han tomado a la industria cinematográfica por sorpresa.
Mucha gente se ha preguntado por qué sucedió esto. La explicación más natural es simple: las mejores películas exploran por qué los seres humanos hacen lo que hacen. Los premios que se centran en ese tema están destinados a resonar.
También hay una consideración pragmática: los juicios del misterioso comité de la academia (que consta, según los especialistas, de una sola persona) han demostrado ser correctos, una y otra vez. ¡Isabelle Huppert fue indiscutiblemente la mejor actriz de 2016!
Los Becons 2017 son los más esperados hasta la fecha, sobre todo por una razón: Richard Thaler, fundador de la economía conductual, ganó recientemente el Premio Nobel. Él también apareció en una importante película.
Y sin más preámbulos:
Mejor actriz: Gal Gadot, “Mujer Maravilla”
Los economistas del comportamiento han descubierto que las personas consideran que las buenas noticias son más creíbles que las malas. Si la gente te dice que eres mejor, más inteligente o más saludable de lo que cree, probablemente respondas: ¡Creo que tienen razón!
Pero si la gente dice lo contrario, la respuesta natural es: ¡No saben nada! El efecto de buenas noticias/malas noticias produce un optimismo poco realista, una característica de la mayoría de los seres humanos.
La Mujer Maravilla, interpretada por Gal Gadot, es un caso extremo de optimismo irreal. Para ella, las buenas noticias brindan valiosas lecciones, mientras que las malas son sólo un ruido de fondo.
¿Quién más pensaría que ella podría convertirse en la guerrera más poderosa de todas? ¿Que ella podría infiltrarse en el alto mando alemán? ¿Que ella podría derrotar a Ares? ¿Quién es, después de todo, un dios?
Los economistas dicen que nos enfocamos, y tendemos a ver, sólo un fragmento de la información que realmente se nos presenta
Gadot imbuye a la Mujer Maravilla de ferocidad, ingenio y deleite en sus propias capacidades. Una mención de honor a Robin Wright, que interpreta a su mentora, Antíope, y que casi se roba la película.
Mejor actor: Colin Farrell, El seductor
Los economistas del comportamiento se han interesado durante mucho tiempo en el problema de la atención limitada, lo que significa que nos enfocamos, y tendemos a ver, sólo un fragmento de la información que realmente se nos presenta. Cuando compramos electrodomésticos, tendemos a ignorar los costos de envío, incluso si son ridículamente altos; cuando sacamos una hipoteca, descuidamos las comisiones ocultas.
El Seductor, la maravilla nueva versión de Sofía Coppola de 1971, cuenta la historia de un soldado gravemente herido durante la Guerra Civil, que es capturado y salvado por un pequeño grupo de mujeres y niñas del sur. Todas ellas se enamoran de él. Y es recíproco, ¿o no?
La actuación de Colin Farrell es hermosamente restringida. Él lo comunica todo con sus ojos. Es un manipulador, pero también es engañado.
Desafortunadamente, hay mucho que sus ojos no ven. Al final, el soldado herido resulta ser ciego a lo que más le importa. Aún así, termina siendo un ganador: cuando Farrell se aleja cojeando, se lleva el Becon.
Mejor guión: W. Bruce Cameron, Cathryn, Michon, Audrey Wells, Maya Forbes y Wally Wolodarsky, Tu Mejor Amigo
Uno de los hallazgo más importantes en la ciencia del comportamiento implica reciprocidad. Los seres humanos están dispuestos a sacrificar su propio interés material para ser justos, y pagarán la bondad con amabilidad, incluso si pierden dinero en el proceso.
Ese punto no se limita a las personas. Pero hay un buen argumento de que cuando se trata de reciprocidad, los perros son los campeones del mundo. Si eres amable con ellos, te darán el mundo.
“Tu Mejor Amigo” es una celebración prolongada de narices mojadas, colas que se mecen, bocas suaves y la habilidad exclusivamente canina de sentir las emociones humanas. Si Cameron y sus coautores tuvieran colas, las estarían meneando, pues ganaron el Becon.
Mejor director: Iram Haq, What will people say
Los economistas del comportamiento se enfocan en el inmenso poder de las normas sociales, que pueden llevar a las personas a reprimir sus creencias y deseos, y hacer cosas maravillosas y terribles. Si no respetas las normas vigentes, podrías ser condenado por aquellos que más te quieren. La condena puede arruinar tu vida.
Los científicos del comportamiento han explorado la diferencia entre “la utilidad experimentada” y la “utilidad recordada”
What will people say, escrito y dirigido por Haq, explora la vida de una adolescente noruega, Nisha, criada por padres migrantes paquistaníes que la adoran. En la escuela, ella vive la vida normal de una adolescente occidental. Pero sus padres y sus amigos viven de acuerdo con valores culturales y religiosos tradicionales. Cuando el padre de Nisha la atrapa en su habitación con un niño, se data el infierno.
La película de Haq es una canción de libertad y una exploración de cómo estamos atrapados por las normas que rechazamos y las que adoptamos. En cualquier año y cultura, ella merece el Becon, pero en 2017 luce especialmente apropiado.
La mejor película: Marjorie Prime
Los científicos del comportamiento han explorado la diferencia entre “la utilidad experimentada” y la “utilidad recordada”. Mientras estuvo de vacaciones en Miami con los niños, es posible que no haya tenido el mejor momento, pero después, puede recordarlo con inmenso cariño. Sus visitas con un padre enfermo podrían haber sido extremadamente dolorosas, pero es posible que las recuerde como irremplazables y que pueden brindarle algo de paz.
Marjorie Primer es ciencia ficción, excepto que no lo es. Marjorie, de 85 años, perdió a su esposo, Walter, excepto que no lo hizo. Debido a la nueva tecnología, es posible crear un nuevo Walter. Walter Primer tiene unos 40 años, cuando su amor era joven.
Aparentemente impulsado por la inteligencia artificial, Walter Prime se parece a Walter, y de los recuerdos de Marjorie y de su familia, él puede aprender. Él puede convertirse en Walter, en la medida en que esos recuerdos lo traigan de vuelta.
Pero ¿el ser amado que se recuerda es el mismo que el ser querido? ¿Qué reprimimos y qué resaltamos? Para cualquiera que esté afligido; ¿podemos aferrarnos a aquello que hemos perdido?
La exploración de estas preguntas es desgarradora, pero también logra ser reconfortante. Es extraordinario experimentar y también recordar. Los Becons son para siempre y Marjorie Prime se lleva a casa el más grande de todos.