viernes, 22 noviembre 2024

Los tres fracasos profesionales que condenaron a Boris Izaguirre

Boris Izaguirre no se recuperó profesionalmente hablando del final de ‘Crónicas Marcianas’ en 2005. Acompañado por el mismo equipo, a excepción de Xavier Sardà, presentó el magazine vespertino ‘Channel nº4’, que no logró la aceptación del público y fue cancelado en 2008.

Al año siguiente Telecinco intentaría resucitar el espíritu «marciano» con ‘La Tribu’, que fue retirado tras solo 6 semanas en antena. Y en 2010 TVE le dio la oportunidad de limpiar su encasillamiento y reinventarse como entrevistador en ‘Humanos y Divinos’, cuyos bajos datos de audiencia le impidieron ser renovado por una segunda temporada.

Desde entonces Boris aceptó ser miembro del jurado en realities como ‘¡Mira quién baila!’ y ‘¡Mira quién salta!’ y colaboró en espacios de Telecinco como ‘El programa de Ana Rosa’ o ‘Supervivientes’. Pero el trabajo se le agotó en este país tras el despido de la Cadena SER y no tuvo más remedio que marcharse a trabajar a Miami.

Es cierto que entre medias logró el éxito en el campo editorial como novelista, llegando a ser finalista del Premio Planeta. Pero aun así el showman sigue echando de menos nuestra televisión tras tocar las mieles del éxito en Marte: «Yo era la estrella indiscutible de ese programa y funcionaba y actuaba acorde a lo que considero que una estrella tiene que hacer». También señaló que ganó muchísimo dinero en el programa de Sardà, que fue líder de las madrugadas televisivas durante 9 años.

En ‘Mi casa es la tuya’ recordó su doloroso despido de la Cadena SER, motivado porque la emisora buscaba temas más sociales y menos frívolos en plena crisis: «Desde que me despidieron de la Cadena Ser, que fue un momento muy duro, decidí que tenía que hacer algo y me ofrecieron un contrato en Telemundo (…) Trabajé con Gemma Nierga durante 17 años y un día me citó en un restaurante. Ella era mi amiga, y me dijo que tenía que prescindir de mis servicios porque la cadena consideraba que representaba una cosa que no necesariamente es la onda ahora». No sabemos cómo habrán sentado estas palabras en Prisa, ya que Boris Izaguirre colabora semanalmente en El País con una crónica dedicada a la crónica social y a la moda.

Su nueva vida

Su fichaje por Telemundo fue una «cura de humildad que necesitaba», añadiendo que le «hace mucha falta España, me parece una forma de trabajar mucho más libre». Es decir, que Boris se deja querer por Telecinco tras varios años sin beber de las mieles del éxito televisivo. Un éxito que le fue esquivo cuando los productores que le dieron la fama, Josep María Mainat y Toni Cruz, le reclamaron de nuevo para llevar a buen puerto ‘Yo soy el artista’, talent-show que se emitió por Telemundo, que se grabó en Miami y en el que Boris Izaguirre ejerció como jurado.

Eso sí, el venezolano prepara ya una nueva novela con la que conquistar el mundo de las letras que le hace tan feliz: «He crecido en una familia donde todos sus integrantes aman lo que hacen. Mis padres siempre fueron muy activos, muy trabajadores y vinculados ambos a profesiones dentro de la cultura. Sentia que sus trabajos les apasionaban y yo creo que sencillamente he imitado ese entusiasmo. Escuchaba a mi padre escribir su critica cinematografica para «El Nacional» en Venezuela y me maravillaba el sonido del tecleo. Y pensaba, voy a hacer los mismo. Voy a teclear. Y bueno, tecleando y tecleando he escrito varias cosas. Empece como guionista un poco por accidente. Jose Ignacio Cabrujas me pregunto si querian trabajar con el y pense, hace casi treinta años, que muchas personas se morían por que el les hiciera esa pregunta. Fui un elegido. Y lo disfrute enormemente».


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