lunes, 25 noviembre 2024

Italia se suma a Francia y Alemania y mete presión a España: ¿cerrar canales o tirar la tele a la basura?

La mayoría de los españoles vive todavía ajena a una polémica que, casi con toda seguridad, les va a obligar a rascarse el bolsillo y comprar un decodificador nuevo para ver los canales de televisión. O, peor aún, verse obligado a tirar su actual aparato de televisión a la basura y comprar otro.

El motivo es el llamado segundo dividendo digital, que obliga a todos los países europeos a ceder más espacio radioeléctrico a las operadores de telecomunicaciones y quitárselo a las televisiones (TDT): a partir de 2020, o a petición de los gobiernos a partir de junio de 2022, las cadenas tendrán que abandonar la banda de los 700 Mhz, que pasará a las ‘telecos’ para el desarrollo del 5G.

Al haber menos espacio y no caber todos los canales actuales, la polémica está servida: o se cierran canales -en un país que acaba prácticamente de otorgar otros seis-, o se cambia de tecnología para que los mismos canales ‘entren’ en el espacio que hay disponible. Esa nueva tecnología es la DVB-T2. Problema: los aparatos de televisión actuales no reconocen esa tecnología así que los ciudadanos tendrán que tirarlos a la basura y comprar otro o adquirir un codificador. Rascarse el bolsillo… otra vez.

Los aparatos de televisión actuales no reconocen la tecnología DVB-T2, así que los ciudadanos tendrán que tirarlos a la basura o adquirir un codificador

Codificador

Estas son las dos opciones: nueva tecnología y codificador o cerrar canales. Los principales países europeos ya han tomado una decisión, mostrando el camino a España, que sigue sin definirse. El último ha sido Italia, que el pasado viernes anunció que desde el 1 de enero de 2020 el país irá migrando hacia la tecnología DVB-T2 para llegar al 2022 con los deberes hechos.

Como es lógico, el Gobierno italiano ha acompañado esta decisión con la aprobación de una partida de 100 millones de euros en ayudas para cambiar el parque de televisores. Cálculos internos cifran en el 90% el porcentaje de aparatos de televisión que quedarán obsoletos en Italia y necesitarán un codificador nuevo o adquirir otra televisión compatible con la nueva tecnología.

Italia se suma de esta forma a Francia y Alemania, que ya han decidido desde hace tiempo migrar hacia esta nueva tecnología para no cerrar canales. De hecho, el 30 de octubre, unos días antes del anuncio italiano, Alemania ampliaba el uso del DVB-T2 a más regiones del país. Francia fue incluso antes: en mayo de 2015, con las subvenciones correspondientes para comprar televisores. Incluso ya en 2007 obligó a los fabricantes de televisores a incluir esta tecnología.

¿España? 

Mientras tanto, ¿qué está haciendo el Gobierno español? ¿Ha comunicado ya su decisión y está actuando en consecuencia para minimizar los efectos sobre los ciudadanos? De momento, no. Lo único que ha sugerido el Ejecutivo de Mariano Rajoy es que va a solicitar, como el resto de países, retrasar a 2022 la entrada en vigor del segundo dividendo digital.

Pero nada más. Nada sobre si, como todo parece apuntar a ello, no se cerrarán canales y se adoptará también la tecnología DVB-T2. Nada sobre una partida para subvencionar la compra de aparatos de televisión compatibles. Nada. El año pasado se vendieron en España 3,1 millones de televisores que no reconocen la tecnología nueva.


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