La competencia en el sector telecos está servida. Pese a que muchos hablan de un oligopolio de facto donde Movistar, Orange y Vodafone cortan y venden todo el bacalao, lo cierto es que la entrada de MásMóvil en juego ha hecho que haya algunos comportamientos raros en la captación de clientes.
Esas peculiaridades, quizá, también se deben al modelo de negocio. Ahora todos los operadores apuestan por las ofertas convergentes (fijo+móvil+Tv), y eso provoca que algunos nichos se “abandonen”, o que se ponga más énfasis en otros. También es cierto que la competencia es feroz, y los usuarios poco fieles. De ahí que, por ejemplo, Movistar esté viendo como su base de usuarios de banda ancha fija no consiga crecer en volumen; mientras que su parte móvil es la que mejor mantiene el ritmo.
En concreto, según los datos publicados esta semana por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el pasado mes de agosto el crecimiento más grande lo experimento MásMóvil. En verde también estuvieron Vodafone y Movistar; mientras que Orange fue la que palmó clientes.
Pero revisando los datos con detalle, pese al respiro veraniego que se dio el operador azul, la realidad es que la compañía dirigida en España por Luis Miguel Gilpérez está atravesando un desierto en la captación de usuarios. Desde principio de año ha perdido más de 50.000 abonados, y lo peor es que se mantiene prácticamente plana -como se puede ver en el cuadro- que a principios de 2016. Por el contrario, su principal competencia, Orange y Vodafone, han tenido una línea claramente creciente; y en cuanto a MásMóvil -lógicamente- su comportamiento es todavía mejor.
El móvil “salva” a Movistar
Lo curioso de Movistar en los datos que reporta la CNMC, es que en el segmento móvil está teniendo un comportamiento muy digno. En este caso, y haciendo la comparativa tanto con sus dos rivales, como en los periodos de los principios de año, al menos se observa que no hay caídas. Sí un ligero estancamiento, pero lógico en un mercado que ya no puede crecer mucho más.
La otra cara de la moneda, como no podía ser de otra forma, la representa MásMóvil, que a través de su propia enseña, así como Yoigo y Pepephone, sigue disparada en la captación de clientes y su curva es, por ahora, creciente.
Un resultados que dan margen
Si la cifra de clientes no acompaña, se puede mirar a la de negocios. Y eso es precisamente lo que está haciendo Telefónica. Con un encefalograma plano a nivel de usuarios, el operador azul ha sentido cierto alivio en la presentación de resultados financieros hasta el otoño.
En concreto, Telefónica obtuvo un beneficio neto atribuible de 2.439 millones de euros en los nueve primeros meses de 2017, lo que supone un 9,6% más que los 2.225 millones de euros que ganó en el mismo periodo del año anterior. Asimismo, los ingresos de la multinacional española se situaron entre enero y septiembre en los 38.846 millones de euros, lo que representa un incremento del 1,4% en términos reportados y del 2,9% en términos orgánicos en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Por su parte, el beneficio bruto antes de amortizaciones en los nueve primeros meses del año se situó en los 12.274 millones de euros, un 2,9% más en términos reportados y un 3,8% más en términos orgánicos, mientras que el beneficio operativo fue de 5.143 millones de euros, un 7,1% más en términos reportados y un 11,2% más en términos orgánicos.
En este contexto parece claro que la rentabilidad por cliente ha aumentado de forma notoria al margen de las cifras que ofrece la empresa. Si con los mismos clientes se gana más, la ecuación sale sola. Ahora bien, habrá que ver hasta qué punto se puede exprimir a los usuarios que ya tiene la compañía.