Hay que diversificar. No queda otra. Los operadores de telefonía saben que la presión comercial cada vez es mayor, y por eso deben actuar en varios frentes. El internet de las cosas (IoT, Internet of Things en inglés) a nivel comercial es una de ellas. Y en España está siendo Vodafone la más activa. Aunque Orange y Telefónica cada vez meten mayor presión.
Esta semana se está celebrando en Barcelona el ‘IoT Solutions World Congress’, donde los principales actores del sector han mostrado su mejor cara y las soluciones que tendremos en el mercado muy pronto. De este modo, aprovechando el tirón, Vodafone ha presentado su ‘Barómetro IoT’, en el que se recogen algunas cifras que aclaran el interés de los operadores por no soltar el hueso.
De entrada, en el negocio millonario que supondrá conectar todo (personas con cosas, cosas con cosas, cosas con máquinas…) hay un amplío margen de mejora. En América el 19% de las empresas ya utilizan soluciones IoT, por el 13% de uso en Europa. Además, los usuarios a gran escala proporcionan algunas de las mayores ganancias, puesto que el 67% de ellos destaca significativos retornos derivados de la utilización de IoT.
Por otra parte, la seguridad sigue siendo una barrera para las organizaciones de cara al despliegue de IoT. Sin embargo, en empresas con 10.000 o más dispositivos conectados operando, sólo el 7% asegura que la seguridad es su primera preocupación.
Aunque uno de los puntos donde empieza la verdadera pelea entre operadores es la tecnología utilizada. Normalmente, los proyectos de gran tamaño utilizan cuatro opciones de conectividad diferentes, siendo móvil y wifi las más populares. Además, hay un interés creciente en las tecnologías como NB-IoT, ya que el 28% de las empresas la está considerando, así como otras opciones LP-WAN, para nuevos proyectos de IoT.
Vodafone y su “apuesta” por su NB-IoT
Vodafone ha tenido en estos últimos meses que repensar, en cierta manera, su apuesta. Los rojos insisten en que su prioridad son las redes LPWA (siglas inglesas de Bajo Consumo Área Extensa); es decir, el NB-IoT. Pero al mismo tiempo confirman que han empezado a efectuar “pruebas de alcance limitado” con LTE-M en España y Holanda.
El debate se ha avivado cuando hace unas semanas el vicepresidente de la compañía especializa en semiconductores Altair, Eran Eshed, ha dicho públicamente que el NB-IoT no está en estos momentos en disposición de ser algo que el mercado pueda asumir de manera masiva. Por eso, resulta curioso que Vodafone trabaje en paralelo con dos tecnologías de similar eficiencia para el desarrollo comercial que buscan del internet de las cosas.
Y Orange envía un mensaje
Ante estos pequeños contratiempos tecnológicos, Orange ha comunicado cómo avanzan sus planes de internet de las cosas, y de paso deja un recado. “La tecnología LTE-M tiene un mejor rendimiento, mayor nivel de estandarización, robustez, escalabilidad y seguridad por trabajar en bandas licenciadas de frecuencia; además, es un estándar mundial que supera a otras opciones tecnológicas de IoT para el desarrollo de ecosistemas IoT con economías de escala, asegurando la interoperabilidad”.
Por ello, el grupo Orange ha elegido la tecnología LTE-M para el despliegue progresivo en sus redes 4G en Europa, empezando por Bélgica y España este año. De este modo, envía un recadito a Vodafone, que además en su momento también ha tenido que salvar problemas de interoperabilidad entre sus proveedores, Huawei y Ericsson. Aunque parece que ya está todo solventado y que, por lo tanto, su despliegue comercial de NB-IoT va en buen camino.
Telefónica tira de perfil bajo
La compañía presidida por José María Álvarez-Pallete, como sus competidores, también está trabajando en el internet de las cosas, pero de momento no está poniendo tantos huevos en la cesta como Vodafone.
No obstante, Telefónica ha estado esta semana en Barcelona presentando sus soluciones, sobre todo para empresas, que ahora es donde más están trabajando los operadores, y ha llevado a cabo varias pruebas de uso.