jueves, 12 diciembre 2024

Telefónica se juega 550 millones y la salida a bolsa de O2 en Reino Unido

Dice la Ley de Murphy que si algo puede salir mal, saldrá mal. Y ese parece ser el destino de Telefónica en Reino Unido con su filial O2. Después de intentar una venta que vetó la Unión Europea, ahora es justamente su comprador, Hutchison, quien está poniendo (de forma indirecta) piedras en el camino al operador azul.

Todo de manera legítima, y con intereses comerciales propios, tanto Three, filial de los chinos; como BT, están torpedeando la licitación de espectro de 4G y 5G que se debería llevar a cabo el próximo mes de septiembre en Reino Unido. La disputa, cuando todo parecía estar aclarado, viene por el porcentaje de espectro que puede poseer cada operador.

Desde BT estiman que debería ser superior al 37% que marca el regulador británico Ofcom. Mientras, Three tiene la postura contraria. Argumentan que no se debería dejar tener a ninguna compañía más de un 30% del espectro disponible. La situación, que no pasaría de una simple pataleta, se puede complicar al recurrir a la justicia. Algo que pagará de manera directa la filial de Telefónica por la posible suspensión y retraso del proceso.

Y es que O2 necesita que se resuelva cuanto antes la licitación de espectro y centrarse en lo verdaderamente importante para ellos: mejorar su servicio, ampliar clientes y, lo esencial, ponerse un bonito lazo para cuando llegue su OPV; es decir, el momento en que Telefónica ponga en venta una parte la compañía a través de la bolsa.

¿Puede hacer algo Telefónica en esta disputa?

En todo este juego, a principio de año el responsable de O2, Mark Evans, dejó clara su postura al respecto. No le parece bien que BT consiga tanto espectro, ni tan siquiera con las limitaciones que le ha puesto el regulador sobre las frecuencias a las que puede acceder; pero tampoco cree que deban ser tan restrictivos como piensa Three, y ellos estiman que un 35% de espectro sería una buena cifra.

Porque según datos del propio Evans, en Europa -de los 52 operadores que hay- solo nueve tienen menos de un 20% de espectro; y seis, menos de un 15%. Y, justamente, son las cifras en las que se encuentran ellos mismos (15%) y Three (12%). Por lo tanto, son conscientes de que existe un problema y que no se debe agrandar, sobre todo tras la fallida venta a Hutchison.

¿Y quién sale ganando?

Según apuntan desde Reuters, a Three le viene bien la situación. La suspensión temporal de la licitación de espectro les serviría para innovar en redes compatibles de 4G y 5G para tener un mejor servicio. Mientras, BT mantendría su posición de dominio, y no le supone nada; y por el contrario, la filial de Telefónica es la que más se juega.

¿Por qué se juega Telefónica tanto dinero? En 2013, cuando se licitó parte del espectro para usar 4G, O2 tuvo que pagar 550 millones de libras, unos 599 millones de euros al cambio. Por lo tanto, la estimación que hacen los analistas para esta subasta de la banda de 700 Mhz, así como las de 2,3 Ghz y 3,4 Ghz, estaría en torno a los 550 millones de euros.

Se trata de una cifra que la propia Telefónica reseñó en el último informe semestral como una»importante salida de caja» que empezará en este ejercicio y no terminará hasta 2022. De ahí que todos los movimientos afecten mucho a las arcas del operador.

Pero quizá no sea eso lo más importante, dando por hecho que es un gasto obligado para adaptarse al nuevo contexto de movilidad. Según destaca Reuters, mientras que la incertidumbre sobre la licitación de espectro se mantenga en el aire, debido a las reclamaciones legales de su competencia, la OPV planeada para O2 genera incertidumbre entre los inversores. Algo que, de igual modo, recoge ‘The Telegrah’, que hunde más el dedo en la llaga al hablar de “obstáculos para los inversores” una vez conocidas las intenciones de BT y Three.

Telefónica no oculta la importancia

Nadie oculta la importancia de la próxima subasta de espectro. Tanto la que tendrá lugar en Reino Unido, como la que se llevará en lo demás países. Aunque para el caso concreto de Telefónica sí es más urgente por esa confianza que necesitan trasladar a los inversores, y eso pasa por mejorar su red y atraer más clientes.

Por ello, y en formato lobby, O2 publicó a principio de año un estudio con el cual cuantificaban qué supondría el impacto del 5G para la economía británica. Y los datos no dejan dudas para que regulador y entes públicos actúen con prudencia. Estiman que esta tecnología contribuirá generando más de 8.700 millones de dólares a su contabilidad nacional.

Al margen de cifras complejas de medir, lo cierto es que la gran tarea pendiente de José María Álvarez-Pallete y sus directivos de O2 es resolver la situación, que se subasten las frecuencias y que sigan generando negocio. Puesto que según las cuentas del primer semestre, el crecimiento en el segmento móvil fue plano con respecto al mismo ejercicio de 2016 en Reino Unido.


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