Cómo olvidar aquellas noches en las que toda la familia se reunía delante de la televisión para ver sus concursos favoritos. Abuelos, padres e hijos lloraban de risa con las pruebas a las que eran sometidos y, en muchas ocasiones, envidiaban los premios que muchos concursantes ganaban.
Era una cita que nadie se perdía. Son concursos que desaparecieron con el paso de los años y que muchos, incluida una servidora, echamos de menos. He aquí esos concursos que nos hicieron llorar de risa y que echamos de menos.
51, 2, 3…
Ruperta, Mayra Gomez Kemp y sus compañeros hicieron reír a todos. El sofá de la casa estaba como la plaza de la que hablaba el dúo sacapuntas: abarrotá.
Con este concurso aprendimos vocabulario, a negociar en familia (unos estaban a favor de aceptar un premio y otros no). Ruperta se convirtió en una más de la familia, además de la calabaza más conocida de toda España.
Con el paso de los años el programa volvió a la televisión de la mano de Luis Larrodera, pero no tuvo éxito. Puede ser porque no era igual al 1, 2, 3 con el que muchas personas han crecido.