Podemos decir sin miedo a equivocarnos que es una de las noticias de las semanas, incluso del mes. El acto de conmemoración del 40º aniversario de las primeras elecciones democráticas en España quedó el pasado miércoles algo difuminado tras la sospechosa ausencia de una de las piezas fundamentales de la democracia en nuestro país, el rey emérito don Juan Carlos I.
Como en cualquier aspecto que rodea a un asunto público de tal calibre en el que hay una rendija por la que se escapa el aire, siempre tenemos que buscar culpables. Los responsables únicos y últimos de haber excluido al rey Juan Carlos de este importante acontecimiento son el Congreso y el Gobierno. Sin embargo, otras voces apuntan a que la decisión fue de Alfonsín, jefe de Casa Real, cuyo rostro visible en nuestros días son Letizia Ortiz y Felipe VI, en quien abdicó el veterano monarca hace ahora tres años exactos.
6Su relación con la prensa
La relación de Casa Real con la prensa de nuestro país siempre ha sido excelente. El motivo es, sencillamente, porque muchos medios de comunicación practicaban la autocensura y preferían -por el bien de su existencia- callar ciertos temas que podían ser auténticos escándalos. El Rey Juan Carlos, en el año 2011, se mostraba indignado con la prensa por el tratamiento de la información que se estaba llevando a cabo respecto de su salud.
En cuatro años el emérito tuvo que ser intervenido ocho veces y ante la pregunta de una periodista al interesarse por su estado de salud, contestó altamente airado: «Mal, estoy muy mal. Como lo que os gusta es matarme y ponerme un pino en la tripa todos los días en la prensa».