Lidl ha comenzado una nueva fase de expansión internacional. En esta ocasión, su nuevo destino es Estados Unidos donde ayer comenzó a operar gracias a la apertura de sus nuevas tiendas. Un número que se elevará, en próximas fechas, hasta los veinte nuevos establecimientos en Carolina del Norte, Virginia y Carolina del Sur. Un crecimiento que se intensificará el año próximo ya que prevé tener alrededor de 100 en la costa este de Estados Unidos, sin descartar otras regiones como Ohio y Texas. Además, la compañía parece que ha llegado para quedarse y lanza un mensaje contundente: “Los consumidores pueden obtener productos de alta calidad a un precio un 50% por debajo al de otros supermercados estadounidenses”.
Una decisión con la que la compañía pretende plantar cara a verdaderos gigantes del sector en Estados Unidos como Wal-Mart, empresa líder del sector no sólo en dicho país (genera más de la mitad de la facturación total en EEUU) sino a nivel global. Si nos fijamos en el informe de las mayores potencias mundiales en el sector ‘retail’ que elabora la consultora Deloitte desde hace más de veinte años, se aprecia como sólo la empresa estadounidense factura el 38% de los ingresos totales del conjunto de las diez compañías más grandes del sector gracias a unos ingresos que superaron los 482.000 millones de dólares en 2016. Nos tenemos que remontar al cuarto puesto para encontrar al Grupo Schwarz, que es el grupo alemán de distribución bajo el que operan marcas como Lidl y Kaufland, y que factura casi 95.000 millones de dólares en 2015. Unas cifras de las que puede estar muy orgulloso puesto que le convierten en la mayor cadena minorista a nivel europeo.
Pero el grupo alemán parece que quiere ir más allá y lo hará con la joya de la corona, que es Lidl. El supermercado, centrado en la venta de productos de marca propia a bajos precios, cuenta con más de 10.200 tiendas repartidas por Europa. Por lo tanto, buscará implantar en territorio estadounidense la misma línea de negocio que en el Viejo Continente y que tanto éxito le ha reportado a la compañía. Además, no será el único mercado en el que entre Lidl puesto que también tiene presente desembarcar en Serbia en 2018.
En España van viento en popa a toda vela
En España aterrizó en 1994 y desde entonces no ha parado de crecer y reforzar su apuesta por nuestro país. No sólo realizando numerosas inversiones para ampliar y mejorar sus tiendas o centros logísticos, sino que ha incrementado, de manera notable, una plantilla que alcanza en la actualidad los 12.500 empleados. Un constante crecimiento que se nota en sus cuentas y que le ha llevado a superar los 3.335 millones de euros de facturación.
Un incremento de Lidl en España que también han celebrado sus proveedores españoles ya que el 70% del surtido fijo de la empresa lo suministran sus cerca de 650 proveedores nacionales. Además, hay que destacar que cuenta con más de 1.900 referencias de surtido fijo compuesto por alimentación fresca y envasada, droguería y limpieza del hogar, cosmética e higiene personal al que se suma un surtido variable de unas 5.000 referencias adicionales, tanto de alimentación como de bazar.
Sus resultados en nuestro país son sobresalientes puesto que Lidl España ha ingresado 3.346 millones de euros en 2016, lo que supone un 9,4% más que el año anterior. Un crecimiento que le lleva a alcanzar una cuota de mercado del 4,1% (cinco décimas más que en 2015) lo que le convierte en la quinta cadena más grande de nuestro país por detrás de Mercadona, Dia, Carrefour y Eroski. La empresa alemana pretende alcanzar este año una cuota del 5% para lo que prevén contratar mil trabajadores y abrir 30 establecimientos que se sumarán a las 540 tiendas con las que cuenta (cinco más que en 2015). Unos datos que permiten sacar pecho a la compañía y destacarse como una de las más dinámicas en generación de empleo en España puesto que en los dos últimos años ha creado 2.200 nuevos puestos de trabajo, incrementando su plantilla en más de un 20%.
Un fuerte incremento de la plantilla que ha llevado a la dirección de Lidl en España y a los sindicatos de CCOO y UGT a firmar el primer convenio colectivo en la historia del grupo. Un acuerdo que incluye un sueldo mínimo de 15.257 euros brutos al año y que tendrá una vigencia de cuatro años (2016-2020). Por tanto, estas condiciones salariales pactadas establecen un salario mínimo fijo de 8,50 euros y que representa un incremento del 13% en relación al sueldo fijo mínimo anterior que era de 7,50 euros la hora. Un asunto que ha sido aprovechado por la directora de RRHH, Amalia Santallusia, para hacer balance en su primer año de su implantación: “En Lidl nos hemos marcado el objetivo estratégico de ser el mejor empleador del sector y la puesta en marcha del convenio colectivo nos ha proporcionado el marco adecuado para garantizar nuestro crecimiento sostenible en el ámbito laboral, no sólo a nivel cuantitativo sino sobre todo a nivel cualitativo, ya que mejora las condiciones retributivas, la estabilidad y la conciliación de las personas”.
El salario mínimo de Lidl en España es de 8,5 euros la hora
Desde Lidl continúan apostando por nuestro país. Ferrán Figueras ha señalado que “aún vemos potencial de crecimiento en España hasta llegar a las 800 ó 900 tiendas” por lo que seguirán con un “ritmo de crecimiento de entre 30 y 40 tiendas al año” y, generalmente, “a través de un crecimiento orgánico aunque no descartamos realizar alguna compra”. Una expansión que se llevará a cabo gracias a una inversión de 300 millones de euros. Una cifra inferior a los 368 millones invertidos el año pasado y que supusieron la mayor inversión de la historia de Lidl en España en sus más de 22 años de historia.
Aun así, la empresa alemana es conocedora de los grandes desafíos a los que tendrá que hacer frente en el corto o medio plazo. Uno de ellos es el salto al comercio electrónico (e-commerce) aunque en este ámbito no se prevén cambios puesto que “si bien lo planeamos, no será en el corto plazo”. Una situación que sólo se vive en algunos países puesto que cuentan con plataforma dedicada a la venta online en Alemania, Bélgica y Holanda ya que “queremos convertir Lidl en una empresa híbrida, donde lo digital conviva con el modelo tradicional”.