El dinero fácil sigue conquistando fieles. Por afición o para obtener ingresos extras, lo cierto es que más de 985.000 españoles de entre 18 y 75 años se declaran jugadores activos en las webs de juego online. Es decir, que un 2,81% del censo de este rango de edad realiza apuestas vía internet. Sin embargo, el número de jugadores registrados es mayor. El informe Percepción social sobre el juego de azar en España lo cuantifica en 1,38 millones.
Y es que la cifra de enganchados creció en 19 puntos y medio desde los 824.026 jugadores que había en 2014. Estos son, principalmente, hombres y de diferentes rangos de edad. Hay para todos los gustos aunque los que más destacan son los jóvenes. Según el informe casi un tercio de los jugadores online tienen entre 26 y 35 años. Le siguen los más pequeños, los de entre 18 y 24 años con un 25,2%.
Como si de un amor se tratase, los jóvenes son los que más caen en las redes del juego. Más de la mitad de los jugadores online no superan los 35 años y el 87% son menores de 45.
Todo ello tiene una clara razón. Según el profesor Emérito de Ciencias Políticas y de la Administración de la Universidad Carlos III de Madrid, José Ignacio Cases Méndez, “los españoles estamos acostumbrados a los juegos de azar”. Si a ello añadimos la presencia de Internet en la vida de todos, la receta está más que explicada.
El juego contribuye en más de un 0,5% al PIB
El juego es un importante sector económico que en 2015 facturó 34.195 millones de euros. El 25% perteneció al juego online. Pero ya no es sólo eso. Es una industria que contribuye masivamente al empleo. Ese mismo año dio trabajo a más de 80.000 personas de forma directa y a casi 160.000 de forma indirecta. Su labor también contribuye a las arcas. Hace dos años lo hizo con casi 7.000 millones de euros. Es decir, un 0,58% del Producto Interior Bruto (PIB)
Casi nadie se resiste a los encantos de los juegos de azar. El 80% de los españoles lo juegan a algo en algún momento del año, aunque se decantan por aquellos en los que la ilusión cumple un papel importante, como es el sorteo de la Lotería de Navidad. Y es que el juego es “una simple alternativa de ocio” para muchos, explica Cases.
Tanto es así que los salones de juegos han duplicado su oferta entre 2010 y 2014. Es decir, que mientras en 2010 el 34,5% eran locales especializados, en apenas cuatro años la cifra se multiplicó por dos hasta el 75,2%. Y ya no sólo eso, ha dejado a un lado las populares tragaperras de los bares.
El juego atrapa a todos. El status social de los jugadores y su poder económico no es un impedimento a la hora de probar suerte y jugar. Un reflejo de ello es que la mayoría de los jugadores, el 35% de los apostantes online, pertenecen a un status social bajo. Es una cifra muy por encima de aquellos con un rango más alto, que suponen el 27,8% del total. Pero hay más, son incluso los que más apuestan en muchas categorías.
Ahora bien, ¿por qué se declinan? Las preferencias de los jugadores de azar han cambiado respecto a los años anteriores. Como en la vida, el deporte también es el rey del juego online porque casi tres cuartas partes de los jugadores han hecho alguna apuesta deportiva en los dos últimos meses. Precisamenete es este sector el que más está creciendo y así lo demuestran los datos. En 2015 facturó 1.200 millones de euros, un 23% más que un año antes.
Cada vez más frecuente
Cada vez hay más jugadores y cada vez juegan más frecuentemente. Le han cogido el gusto al sumar dinero sin esfuerzos y atrás quedaron los tiempos en los que apostaban una vez a la semana o cada dos semanas.
El aumento de unos supone el descenso de otros. Tres de cada 10 jugadores apuestan prácticamente a diario. A este incremento contribuyeron aquellos que tentaban a la suerte una vez cada dos o tres semanas ya que la cifra cayó un punto en 2016- Sin embargo, la mayor caída se dio en aquellos que lo hacían una vez a la semana, la cifra descendió nueve puntos hasta el 23%.
Hombres jóvenes y mujeres mayores
Los perfiles de jugadores no están muy diversificados, aunque sí se observan claras diferencias. Cada vez son más las mujeres que caen en las redes de los juegos online. Sin embargo, el perfil dominante continúa siendo el hombre. Los varones representan el 83% de los jugadores, aunque la cifra se va reduciendo conforme avanza el rango de edad.
El efecto contrario ocurre en el caso de las mujeres. Las jugadoras mayores de 65 años triplican a las jóvenes. Es decir, que mientras el 36% de los jugadores que se encuentran en edades de jubilación son mujeres, en el caso de aquellas que todavía no han cumplido el cuarto de siglo apenas alcanzan los 15 puntos. Y es que las abuelas ya no quedan para ir al bingo, éste va a sus casas.
Y es que el juego conquista a todos. En España significa ocio y camina de la mano de la ilusión. El número de jugadores y las veces que apuestan a lo largo del tiempo continúan la línea ascendente, pero es preciso hacerlo de forma responsable es vital porque sólo así se evitarán las consecuencias.