Si pensamos que la prensa nacional no levanta el pie del acelerador con su propia reina, nada es comparable a lo que hablan, escriben y publican los medios de comunicación de otros países. Hace unos meses una publicación portuguesa llamada ‘Flash’ publicaba: «Letizia humilla al Rey Felipe». Y en su interior, haciendo un profundo análisis de la figura de nuestra monarca consorte a través de los meses, escribían: «Letizia es frívola y ha alejado a Felipe de su familia. Está obsesionada con su imagen y es demasiado perfeccionista».
Esta vez le ha tocado el turno a la prensa alemana. La publicación «Bunte» no ha dudado en ridiculizar y mofarse de la Reina de España por un detalle que lejos de ser reprobable, es absolutamente plausible y loable desde el punto de vista su propia evolución, no solo como Reina y como jefa consorte del Estado español sino como icono de moda y referente para muchas mujeres de nuestro país y de fuera de nuestras fronteras. Atreverse es poder, y la Reina Letizia, como hoy veremos, lo ha hecho en muchas ocasiones y en diversos aspectos.
7LA REINA Y LAS RAYAS
Durante la visita oficial del presidente de Argentina, Mauricio Macri, y su preciosa esposa Juliana Awada, se vivieron verdaderos momentos de lucha «fashion» entre la Reina de España y la Primera Dama del país andino. No obstante, sobre ella y su estilismo a rayas bicolor se escribieron descarnadas críticas como la de la historiadora Pilar Baselga, que en ‘El Pulso‘ publicó lo siguiente:
«La Sra. Ortiz de Bobón ha vuelto a meter la pata por ignorar totalmente el histórico significado de las prendas de rayas- el significado que tienen las rayas al menos en Occidente, que es donde estamos-. […] «Sugiero que un alma caritativa le regale sin más dilación el excelente ensayo de Michel Pastoureau titulado “Las vestiduras del Diablo: breve historia de las rayas en la indumentaria” (Océano, 2015) . Una lectura indispensable para toda persona que quiera saber cuál es el código oculto del traje rayado y sus mecanismos inconscientes, y una lectura imprescindible para una persona como Letizia que dedica tantísima energía a su look, olvidándose casi siempre de que no es Salomé ni Mata Hari sino la reina de España, y que se espera lógicamente que dé la mejor imagen posible de nuestro esperpéntico país. Así nos va.»