Marcos de Quinto propone “prohibir el azúcar” si realmente es malo para la salud. Es la defensa que el asesor del consejero delegado de Coca-Cola hace de uno de los componentes estrella del refresco. Cree que Cataluña, y otros países como Inglaterra o México, en donde ya se ha establecido una tasa al azúcar llevan a cabo acciones que no se pueden entender.
Razón no le falta, dado que este tipo de impuestos se establecen sobre los refrescos, pero no sobre otros productos que lo contienen como pueden ser los batidos o los yogures. Una situación que lleva a De Quinto a pedir esa prohibición, porque de lo contrario “es un chiste” que sólo se imponga a un parte de los productos azucarados que están en el supermercado.
Palabras del exvicepresidente de Coca-Cola en Un Café con Susana de Antena3, en donde ha defendido la labor de Coca-Cola European Partners en torno a la planta de Fuenlabrada. A su juicio la empresa ha instalado allí un centro logístico en el que “todos los trabajadores mantienen sus puestos de trabajo y sus condiciones”.
Una planta que da empleo a 5.000 personas de forma directa y a más de 85.000 indirectas. Así que ha pedido acabar con los llamamientos al boicot ya que “se pone en peligro el trabajo de miles de personas”. Eso sí, se ha congratulado de que Ramón Espinar tras hacer esas llamadas consuma los productos de la firma de Atlanta. “Contradicciones propias de todos los humanos”, ha dicho con cierta sorna.
Así será la Coca-Cola de Quincey: errores e inversión en startups
Con estas palabras parece que Marcos de Quinto se saca una espinita en el asunto que más influyó en su salida de España. El ex presidente de Coca-Cola en nuestro país hizo suyo el proceso de concentración de las embotelladoras, y luchó a brazo partido por llevarlo a cabo enfrentándose a los sindicatos. Una situación que ha defendido siempre “porque era necesario hacer un programa de consolidación de plantas”. Y como ejemplo ha puesto la situación de Alemania en donde hay tres embotelladoras por las siete que hay en nuestro país.
En cuanto a su futuro, De Quinto asegura que busca “tener tiempo libre”, aunque seguirá hasta 2018 asesorando a James Quincey , el nuevo CEO que “está inmerso en una reestructuración que será muy positiva”, ha sentenciado.
Telepizza, su próximo destino
También ha dejado abierta la puerta a ocupar puestos en consejos de administración. De hecho, todoa punta a que el primero de ellos será el de Telepizza, aunque “no será antes del mes Octubre, si es que me llaman”, ha afirmado. Algo que ocurrirá seguro, dado que está previsto que el nombramiento se haga en la próxima Junta de Accionistas de la compañía española.
Marcos De Quinto ha hablado también sobre la situación política española. Un país en el que se “vomitan casos de corrupción”, algo que es positivo puesto que “la gente está despertando”. Aun así, ha alertado del problema de la desigualdad: “hay un problema de reparto de la riqueza que se debe solucionar”, ha dicho.