Rocket Internet se las daba de ser el gigante de las fábricas de startaups tecnológicas con sede en Berlín. Es cierto lo de la sede en Berlín, pero de gigante nada, y de originalidad menos.
A la star de las startups europeas, Rocket Internet, ha recopilado varias acusaciones de ser una copia bastante cara de las empresas más innovadoras de Silicon Valey. De hecho, muchos se están incluso preguntando a qué empresa USA mediocre está intentando imitar este grupo inversor alemán.
Los sonidos de tambores se escucharon por primera vez en el mes de febrero cuando reconocieron pérdidas y sus acciones caían un 11% después que el fondo Kinnevik, un antiguo colaborador sueco, redujera su participación a la mitad, es decir, el 7% que se traduce en 210 millones de euros.
El fondo sueco, que gestiona 72.000 millones de euros, invierte en muchas startups parecidas a Rocket Internet.
Rocket salió a bolsa en 2014, cuando empezó a cotizar en la Bolsa de Frankfurt. Sin embargo, las acciones de la compañía han ido cayendo año a año a medida que los inversores empezaron a cuestionar la estrategia de la compañía. Las acciones de Rocket cayeron un 0,3% hace una semana, cotizando a 16,30 euros.
Nubes negras se cernían sobre el cielo berlinés y el cohete aumentó sus pérdidas de 530 millones de euros a 733 millones de euros, casi nada…, una caída en picado.
Después de vender la mitad de sus acciones de Rocket Internet a 19,25 euros, un descuento del 10% con respecto al anterior precio de mercado, Kinnevik todavía consiguió reclamar una rentabilidad seis veces superior a su capital invertido, dividendos incluidos.
Rocket Internet todavía tiene un valor superior a los 3.000 millones de euros. Sin embargo, las startups más afectadas, como la web de venta de ropa Zalando son ya pasado. El grupo ha perdido su atractivo a medida que los inversores la ven como gestora de activos más que como incubadora. Los hermanos Samwer, el grupo que fundó Rocket, no es tan maravilloso y joven como lo fue en su día.
Y es que no solo Zelando ha tenido pérdidas por culpa del cohete de juguete, también las ha tenido La Nevera Roja: 3,4 millones de ingresos frente a los 11 millones de pérdidas. Un caso curioso que podemos explicar.
La Nevera Roja fue adquirida por el conglomerado alemán en 2015 y en ese ejercicio se incrementó un 43% las ventas.
El primer año bajo el paraguas del gigante alemán Rocket Internet. Y en plena batalla por la comida a domicilio contra Just Eat. El año 2015 se saldó para La Nevera Roja con unos ingresos de 3,4 millones de euros (un 43% más) y con unas pérdidas de más de 11 millones, según las cuentas recién presentadas en el Registro Mercantil. ¿La razón? El incremento de la inversión publicitaria y, sobre todo, en gasto en asistencia telefónica y en el reparto a domicilio.
En enero, Rocket Internet, a través de su sociedad Food Delivery Holding 13, adquirió la empresa española, fundada en 2011 por Íñigo Juantegui y José del Barrio, dos exconsultores de PwC. Se convirtió en una de las operaciones más destacadas del ecosistema de ‘startups’ en España y en la culminación de una subasta. El precio de salida de la compañía era 20 millones de euros y se alcanzaron los 80 millones.
Así, 2015 fue el primer año bajo el paraguas del gigante alemán. Y en las cuentas anuales de La Nevera Roja generó unos ingresos de 3,4 millones de euros gracias a su servicio de entrega de comida a domicilio a través de Internet. Representó un incremento del 43% respecto a los 1,9 millones de euros del año anterior.
Si se toma como referencia esa cifra de ventas netas, el precio que se hizo público de su adquisición de 80 millones de euros representa 23,5 veces. “Creo que otra empresa estaba dispuesta a pagar más; mis asesores creyeron más o menos durante el proceso, pero lo repetí desde el principio hasta el final”, aseguraba incluso un año después de la operación uno de los fundadores, José del Barrio.
Estos días el precio de las acciones del cohete no se han movido ni hacia abajo ni hacia arriba. En comparación con el valor de ayer de 18,28 euros, el valor del inversor de Internet no se mueve.
Recordemos que estos inversores tienen una cartera de empresas que dan trabajo a más de 25.000 personas.
Esperemos que llenen de carburante sus tanques y en unos meses vuelva a surcar el cielo de las startups.