Lunes 3 de abril de 2017. 11 de la mañana. Hasta aquel momento, todo parecía normal. Bueno, no tan normal, ya que para aquellos que trabajan día a día en el medio, escuchábamos campanas pero no sabíamos bien dónde. Paula Echevarría y David Bustamante se separan. Una bomba no, directamente la atómica. Fue el periodista Antonio Rossi quien en ‘El Programa de Ana Rosa’ abría la caja de Pandora: «La pareja formada por David Bustamante y Paula Echevarría dará próximamente un comunicado de su separación. Por los datos que sé, ella va a continuar en el domicilio familiar, mientras David se quedará en el piso de dos dormitorios que tienen cerca sus padres. En Semana Santa, David se irá con su familia a su tierra. Todo el entorno está informado, incluida su hija Daniela. Viven separados desde hace tiempo».
Se han escrito ríos de tinta sobre la relación entre David Bustamante y Paula Echevarría. Cuando la pareja contrajo matrimonio en 2006, el «poderoso» de la relación era él. La fuerza mediática que supuso su unión con el cantante en 2006 hizo que el matrimonio sufriese un giro de 180 grados y Paula se posicionase como una mujer influyente, una chica de moda, alguien cuyos consejos estilísticos seguir. Su figura en estos días cobra más fuerza que nunca, las grandes marcas se la rifan porque sus palabras impactan y valen oro. Analizamos cómo el producto Paula Echevarría se ha revalorizado tras su separación -física- de David Bustamante.
7PAULA ECHEVARRÍA Y EL PODER DE TOUS
Son pocas las mujeres que han seducido a Salvador Tous, el director creativo de la poderosa firma catalana que lleva su apellido. Pocas mujeres pero sus nombres seguro que os suenan: Jennifer Lopez, Gwyneth Paltrow y en última instancia la mejor representación española que podrían tener: Paula Echevarría.
La actriz lleva más de 6 años ligada a la firma de joyas Tous, un contrato blindado con férreas cláusulas de exclusividad en el que prohíben llevar a la protagonista de ‘Velvet’ cualquier otra joya o complemento que no sea de la firma a la que representa. Se habla de un contrato en el tiempo que puede llevar a las seis cifras.