Esperanza Aguirre da un paso atrás. Abandona la política forzada por la cercanía de casos de corrupción que rodean su mandato al frente de la Comunidad de Madrid. El caso de Ignacio González, tras su imputación en el caso Lezo, y el de Francisco Granados, han cercado a sus manos izquierda y derecha -políticamente hablando-. Ahora, la lideresa del PP, que aspiraba a ser la Maragaret Thatcher española debe dar un paso a un lado, presentar su dimisión y dejar la primera línea política «por responsabilidad», ha dicho.
Durante su trayectoria política la lideresa ha dejado multitud de frases que quedarán en el recuerdo político. Desde su nombramiento como ministra de Cultura, pasando por el de presidenta del Senado y terminando como portavoz del Ayuntamiento de Madrid.