Es cierto, pero no es culpa nuestra -al menos no cargamos con toda la carga de la misma- ni se encuentra en nuestro ADN. Y es que, somos los europeos que más tarde salimos de la oficina, pero a la vez los que menos aprovechamos las horas, a causa de las descabelladas jornadas partidas y el retraso respecto al huso horario natural por nuestra posición geográfica.
Solo hace falta darse cuenta que todos los partidos de la Champions empiezan a las 20:45, para que los aficionados de todos los países puedan disfrutar de sus equipos favoritos sin agobios. ¿Todos? No, aquí en España solemos ir corriendo para poder llegar a casa.
Por otro lado, se han sumado causas nuevas, junto a la crisis económica que lastran la efectividad de los empleados y que lleva a los más preparados a abandonar su tierra natal en busca de reconocimiento y eficiencia en el extranjero. Y como no, de una buena retribución acorde a las circunstancias.
7En ocasiones, no sabemos decir no
Aunque parezca mentira, aprender a decir que no en el trabajo puede llevar a una mayor satisfacción y a un estado más relajado, lo que se traduce en un mayor compromiso y una eficiencia mayor en el puesto.
Y es que, es un problema adherido a la personalidad de los españoles. De hecho, la ARHOE, lo mantiene como uno de los diez consejos que tiene que tener en cuenta cada ciudadano a la hora de lograr una mayor efectividad y productividad laboral; entre otros consejos.