La elección de un nombre, bien sea de personas, de marcas o algún modelo no siempre es correcto. La combinación o el significado que tiene dicha palabra en otros países puede convertirse en objeto de burla, mofas o incluso causar una mala imagen a la empresa.
Y es que muchos modelos de automóviles se presentaron con nombres que dieron lugar a anécdotas y simpatías. Sin embargo, llegaron a generar y ganar una importante fama por su malinterpretación, que en muchas ocasiones escondías una connotación sexual.
Varias marcas han tenido que cambiar el nombre de alguno de sus modelos por pronunciarse como una palabra malsonante, aumentando las burlas de los consumidores hacia la empresa.
El último se ha producido hace apenas unos días. Es el caso de Hyundai, aunque no ha sido el único. He aquí algunos ejemplos de ello.