A Ferrovial la puesta en marcha del proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea le puede hacer un roto si no juega bien sus cartas. No hay que olvidar que este país supone el 30% de sus ingresos. Así que Rafael del Pino no quiere correr riesgos. Así lo ha dicho en la Junta de Accionistas, en la que ha reconocido que se han puesto a la defensiva, a la espera de acontecimientos. «No vamos a invertir en Reino Unido, pero tampoco desinvertimos«, ha dicho, ante las preguntas retiradas de los accionistas minoritarios.
Eso sí, reconoce que es un proceso complejo que hay que seguir «con prudencia». No sólo por todo lo que puede suponer para el Reino Unido, también -ha dicho- por todo lo que puede suponer para el resto de países de la Unión Europea. ¿Significa eso que no vayan a hacer nada? En absoluto. Del Pino ha recordado que su compañía posee en las Islas el aeropuerto de Heathrow, el 50% de varios aeropuertos más pequeños: Glasgow, Aberdeen y Southampton; y también una intensa cartera de obras y servicios. Así que, todo eso va a continuar, ya que -además- «no vemos oportunidades en el país», ha sentenciado.
Ahora bien, no todo son malas noticias. Asume, también, que el adiós a Europa traerá buenas noticias en el futuro para el grupo. Por ejemplo, el hecho de que el Gobierno de Theresa May haya apostado por el aeropuerto de Londres, autorizando la construcción de una tercera pista. Sin embargo, esa construcción «comenzaría en tres o cuatro años junto a una nueva terminal para elevar hasta en un 40% su capacidad», ha explicado el consejero delegado, Íñigo Meirás.
La diversificación del negocio
Consciente de la situación que se vive en Reino Unido, y de su excesiva dependencia de esa economía, el grupo apostó en 2016 por la expansión geográfica. Para ello se hizo con la australiana Broadspectrum. Una compañía de servicios que le va a permitir, además, tener entrada directa en otros mercados como Nueva Zelanda, Estados Unidos, Canadá y Chile. Lugares, por cierto en los que una de sus grandes rivales (ACS) tiene fuerte presencia ya.
Por ahora la compañía australiana no se ha integrado completamente, ya que la adquisición se cerró hace siete meses. Sin embargo, va «según lo previsto». Ahora bien, esta compañía le está dando más de un quebradero de cabeza. Se trata de una firma que se dedica también a la gestión de centros de inmigrantes. En concreto de dos situados en las islas de Nauri y Manus. Un negocio que -preocupa- a los minoritarios que concentraron buena parte de sus preguntas sobre ellos. En concreto, sobre el respeto a los derechos humanos y el que una empresa como Ferrovial quiera ocuparse de estos asuntos. ¿La respuesta? Clara y contundente. «En octubre, cuando venza el contrato, abandonaremos la actividad».