No pienses que va a ser fácil. El espíritu de un buen emprendedor se mueve por impulso pero también por calma y tranquilidad. No todos estamos tallados para el exito. Sin embargo, si deseas emprender tu propio negocio, estás de enhorabuena.
Ser un empresario es una posición de alto riesgo y alta recompensa, si sabes hacerlo. Está lleno de situaciones estresantes, seguro, pero también está lleno de recompensas y un sentido de logro. No es tan difícil como parece, siempre y cuando tengas cierta diligencia, paciencia y, por supuesto, una buena idea, serás tu propio jefe más pronto de lo que crees.
Pasión y Motivación
Si hay una palabra que describe el rasgo fundamental de un emprendedor, sería la pasión. ¿Hay algo en lo que puedas trabajar una y otra vez, sin aburrirte? ¿Hay algo que te mantiene despierto porque aún no lo has terminado? ¿Hay algo que te gusta más y quieres seguir haciendo por el resto de tu vida?
La demostración de pasión y motivación determinará tu éxito en cualquier empresa o negocio. Desde la construcción y la aplicación de un prototipo, a lanzar tu idea a los bancos, el éxito varía en función de la pasión y la determinación.
1Asumir riesgos
Los emprendedores están listos para sumergirse profundamente en un futuro de incertidumbre. Pero no todos se convierten en empresarios exitosos. ¿Qué diferencia hay entonces? Los empresarios exitosos tienen la voluntad de arriesgar el tiempo y el dinero en incógnitas, pero también mantienen los recursos, los planes y el ancho de banda para tratar con «incógnitas desconocidas».
Al evaluar el riesgo, un empresario exitoso se preguntará a sí mismo, ¿este riesgo vale mi carrera, tiempo y dinero? Y, ¿qué voy a hacer si esta empresa no resulta?