Hace ya unas semanas que se anunció el descubrimiento de un nuevo sistema de planetas rocosos muy parecido al Sistema Solar. Este sistema gira alrededor de la enana roja Trappist-1, por lo que la esperanza de vida fuera del planeta Tierra aumentó considerablemente, especialmente después de que se dijera que tres de esos siete planetas se encontraban, según parecía, en una zona habitable.
Pues bien, parece ser que esto no es del todo cierto ya que parece que solo uno de los mundos del Trappist-1 podría albergar vida. Esto se ha descubierto gracias a un nuevo modelo climático en 3D elaborado por Eric Wolf, un científico que trabaja en el Laboratorio de Física y Atmósfera Espacial de la Universidad de Colorado. En este estudio se sugiere que solo uno de los planetas sería apto para permitir la existencia de agua en estado líquido, que es una de las características principales que deben tener los planetas para poder sustentar vida.
A la hora de realizar este interesante trabajo, Eric Wolf ha decidido partir de la suposición de que los siete planetas que orbitan alrededor de la enana roja han tenido alguna vez océanos en su superficie y una atmósfera con nitrógeno, dióxido de carbono y vapor de agua, las mejores condiciones que un planeta puede tener. Las propiedades necesarias, es decir, las orbitales y las geofísicas, las ha obtenido a partir de los datos que ya existen y que se han averiguado tras el descubrimiento del sistema.
Hasta ahí todo fue correcto, el problema llegó cuando Wolf puso en marcha el nuevo método 3D. Eric encontró unos resultados desmoralizadores. En primer lugar, los tres planetas más cercanos a la estrella se sitúan en el borde interior de la zona habitable, es decir, de la zona en la que podría haber agua de forma líquida. Esto quiere decir que si estos planetas hubiesen tenido agua alguna vez ya se habría perdido en el espacio y se habrían quedado totalmente secos. Aquí no sería posible ya la vida.
En segundo lugar se encuentran los tres planetas exteriores, los que caen en el borde exterior de la zona que es, supuestamente, habitable. Esto solo significa una cosa, que si hubiesen tenido agua ya serían planetas helados por que, obviamente, la vida tampoco sería posible aquí.
En tercer y último lugar encontramos el planeta del medio, el planeta que se encuentra entre los tres planetas secos y los tres planetas que podrían haber sido hielo. Este planeta, que aún no tiene nombre, sigue siendo un candidato correcto para recibir vida del mismo modo que nosotros la conocemos.
Según Wolf este mundo podría tener al menos una zona habitable, todo depende de los niveles de nitrógeno atmosférico. Además, si el planeta tiene océanos, según Eric, habrá podido mantener unas temperaturas muy parecidas a la de la superficie terrestre. Aún así esto no es nada seguro ya que las enanas rojas ultrafrías funcionan de una forma diferente a las estrellas que conocemos y la Trappist-1 podría ser una de ellas.
Tendremos que esperar aún algunos avances en la investigación para saber si este planeta del medio será o no será habitable en un futuro. ¿Qué pensáis vosotros? ¿Podría haber vida en ese planeta?