El periodismo, en general, y concretamente el de corazón, levanta pasiones básicas en quienes lo consumen. Si surte tal efecto en ajenos, imagínense cómo sienta a los propios protagonistas de las noticias. Un abanico enorme de historias que atañen a la vida de uno y que abarca desde una preciosa boda o el alumbramiento de un deseado bebé hasta el hecho de destapar una infidelidad o ciertos detalles y aspectos del círculo más privado de alguien pero que, acogiéndonos al Derecho fundamental de la Libertad de Información, este prevalece sobre el Derecho a la Intimidad de una persona.
Jorge Javier se ha curtido en mil batallas. Ahora presenta programas de entretenimiento tipo ‘Got Talent’ o se ha acercado al pueblo llano envuelto en conmovedoras experiencias al frente de ‘Hay una cosa que te quiero decir…’ donde la lágrima siempre estaba a flor de piel. Pero el pasado de Jorge está manchado de sangre magenta, de la que sale cuando el “corazón” bombea. Y es que su especialidad es la prensa rosa. ¿Qué tiene de malo? Nada, salvo que a veces, de forma involuntaria por ejercer tu profesión, despiertas a tu alrededor las filias o las fobias de los personajes famosos sobre los que hablas o escribes.
7PATRICIA CONDE
Las guerras de las audiencias a veces sobrepasan al terreno personal. Cruentas batallas con nombres y apellidos. En este caso: Jorge Javier Vázquez Versus Patricia Conde. ‘Se lo que hicisteis’ Vs ‘Sálvame’, dos programas de televisión de actualidad y humor que echaban un pulso directo todas las tardes de hace aproximadamente siete años. Patricia Conde apodó a Jorge Javier como «mermelada», algo que, tiempo después, el presentador confesó que le dolió mucho.
Jorge Javier Vázquez, en una entrevista en exclusiva para Vanitatis hablaba así de Patricia Conde: «No soy rencoroso. Me parece una pérdida de tiempo. No voy a estar pensando en lo que fue el pasado. Probablemente ellos tuvieron excesos pero a nosotros no nos ganaba nadie. Me hizo mucho daño. Hubo momentos en los que lo pasé muy mal, pero también porque yo estaba mal mentalmente».