Los datos que se barajan hablan de que más de 9.000 criminales de guerra nazi huyeron a Sudamérica tras la Segunda Guerra Mundial. Una triste desgracia que permitió que todos estos cargos durante el Tercer Reich escaparan a la justicia internacional que se impuso durante los procesos de Nuremberg.
Se calcula que 5.000 de los mismos escaparon a Argentina, mientras que Brasil habría erradicado a un total de entre 1.000 y 2.0000 criminales del régimen nazi. Chile, Paraguay y Uruguay fueron otros de los destinos más permisivos y predilectos por estos representantes de uno de los regímenes más atroces y brutales de toda la historia.
Y es que, ha pasado ya más de medio siglo, pero todavía a día de hoy se siguen sucediendo casos en los que se descubre a antiguos miembros de este régimen a lo largo y ancho de todo el mundo. El último el de un carpintero ucraniano en Estados Unidos -en Minnesota- al que Polonia quiere extraditar para juzgar por la matanza y devastación de pueblos enteros.