No corren buenos tiempos para algunas de las cadenas de la moda. Excepto Inditex y, quizá Mango, el resto tienen serios problemas: Cortefiel se encuentra con el agua al cuello y Desigual no pierde, pero no consigue llegar a los objetivos que se fijaron sus dueños. Los planes puestos en marcha por la firma no han logrado que la compañía haya dado la vuelta todavía: en 2016 los beneficios han caído un 17% hasta los 71 millones de euros; pero es que las ventas tampoco han mejorado: 860 millones, lo que representa una caída del 8% respecto al año anterior y que, según la empresa, ha continuado en los primeros meses del 2017.
Son datos que ha publicado Eurazeo, una de las propietarias de la firma con el 10% del capital, en los que explica también que Desigual sigue inmersa en su proceso de reestructuración particular. Por un lado, con el cierre de tiendas, que le ha llevado a reducir el número de locales hasta 523 -algo que va a continuar este año-; pero también con un rediseño de sus colecciones. La idea es hacerlas más versátiles -al estilo Inditex- de modo que la rotación se mayor y, por tanto, la visita al local se incremente. Eso sí, el sello de la casa no cambia: colorido en la mayor parte, aunque en los últimos tiempos se ha ido introduciendo algunos cambios para buscar otros públicos.
La compañía espera que a lo largo de este año, sobre todo en los dos últimos trimestres, comience a notarse el plan que se ha puesto en marcha, y se revierta la situación. El objetivo es tener una compañía racionalizada, en beneficios y con posibilidades de futuro. Para ello este año se incorporaba como director general corporativo a Alberto Ojinaga; y también acaba de anunciar que en estos días se va a incorporar David Meire Hernández como nuevo director de cliente. Hasta ahora ha trabajado como jefe de la estrategia de ventas y atención al consumidor de Nike, y antes pasó por Arthur Andersen.
Veremos si consiguen dar la vuelta de tuerca definitiva que necesita el grupo, cuyas ventas proceden en su mayor parte (un 89% de Europa). Ahora bien, se ha visto imputada por los tipos de cambio, ya que buena parte de sus productos se compran en dólares y se venden en euros.