«Se hereda por igual el dinero y las deudas» o «el dinero no da la felicidad». Frases cliché que estamos hartos de oír en nuestra vida diaria y que se magnifican y elevan a la máxima potencia cuando se barajan y ponen en pie herencias millonarias de familias relativas al sector de arte, la cultura, la política, la música o el cine de nuestro país. Familias que en apariencia se muestran unidas ante público y prensa pero que en realidad luchan entre sí con uñas y dientes por rascar hasta el último céntimo de lo que les corresponde en herencia por ley o palabra. Y es que desgraciadamente cuando hay dinero o poder de por medio, muchos se ciegan y no conoce a madre, padre, hermano ni hermana.
4LINA MORGAN
Lina Morgan fue una de las actrices más queridas y respetadas de nuestro país. Su misión era hacer reír a la gente, algo que ella mismo confesó muchas veces haber tenido la necesidad de sentir. «La enfermedad del alma», lo llamaba ella. Cuando murió, en agosto 2015, Lina estaba al cuidado de Daniel Pontes, que más que alguien de servicio ya se había convertido en parte de su familia.
Soltera y sin hijos, Lina prohibió taxativamente la visita de sus sobrinos tanto a su casa como al hospital. Pontes declaró para La Razón que «esa herencia la dejó Lina Morgan a su chófer, Abelardo González, y a mí, a las dos personas que más nos lo merecíamos. Y no me preocupa el señor López (su sobrino) quiera impugnar. Es libre de hacer lo que quiera. Pero que quede bien claro que Abelardo y yo fuimos las dos únicas personas que no nos separamos de Lina hasta el final».