La falta de transparencia y pluralidad de los medios autonómicos de nuestro país es un hecho consumado -y conocido-; pero, en ciertas ocasiones, actuar bajo las directrices de el Gobierno regional de turno puede llevarse a niveles insospechados, rozando algunas de sus producciones el ridículo más absoluto.
Una situación que se ha repetido esta última semana con una producción vasca en la que se define a los españoles como catetos, paletos o chonis. Para dar voz a tan bellas palabras se invitó a varios representantes artísticos y de la vida social del País Vaco.
Entre los mismos se encontraba, Miren Gaztañaga, actriz que tiene un papel -secundario- en la última gran producción del cine español: El Guardián Invisible. Gracias a esta artista, puede que la película salga perjudicada, ya que diversos sectores están pidiendo el boicot, como ya ocurriera con La Reina de España de Trueba.
En cualquier caso, y sea como sea, no es la primera vez en la que esta situación se repite. De hecho, y como ya se ha citado anteriormente, todos los medios públicos y regionales suelen caer en este error. Aquí, la lista con los momentos más vergonzosos de los mismos:
5Telemadrid compara a los independentistas con el régimen Nazi
Fue en un espacio de los informativos de la cadena pública madrileña, ZOOM Telemadrid, en el que sucedieron estos comentarios. En los mismos, se comparaba al régimen Nazi y al estalinista de la Unión Soviética con los Gobiernos autonómicos de Cataulña y el País Vasco.
La exageración llevada a su máxima potencia. Y es que, viendo los casos, parece que hay una especie de guerra abierta entre las distintas televisiones públicas sobre el tema del independentismo en nuestro país, en la que los contendientes -a a ambos lados- parecen dispuestos a llevar a su máxima expresión aquello del todo vale, amparados en la libertad de expresión.
Entre alguna de las perlas que se soltaron durante esta emisión se encuentra la de la normalización lingüística, o lo que es lo mismo decir Gerona en lugar de Girona, o Lérida en vez de Lleida. Es decir, castellanizar el nombre de las ciudades. Advertencia: el vídeo superior también es demasiado incendiario -aunque desde el otro lado-.