En la era de la comunicación, lo que prevalece a menudo es la apariencia, representada por las palabras y las imágenes que, muchas veces, son superficiales. No nos dicen nada acerca de lo que sucede en la mente de las personas con las que se interactúa. En el mundo de hoy es difícil de percibir emociones, y si esto sucede, es probable que las interpretemos mal.
Junto con los datos de audio y los signos vitales, el sistema de aprendizaje en profundidad algún día podría servir como «coach social» para las personas que sufren de ansiedad o trastorno de Asperger. Es un hecho natural que una sola conversación puede ser interpretada de maneras muy diferentes. Para las personas que sufren de ansiedad o trastornos como el de Asperger, esto puede prever las situaciones extremadamente estresantes. ¿Existe alguna forma más objetiva para medir y comprender nuestras interacciones? Los investigadores del Laboratorio de Informática e Inteligencia Artificial (CSAIL) en el MIT (Massachusetts Institute of Technology) y el Instituto de Ingeniería y Ciencias Médicas (IMES) dicen que están cerca de una posible solución: un sistema de inteligencia artificial y portátil, un smartwatch, que puede predecir si una persona está feliz, triste o neutral basándose en los patrones del habla y los signos vitales de una persona.
«Imagínate que pudieras, al final de una conversación, rebobinarla y ver los momentos en los que las personas que te rodeaban han sentido ansiedad», afirmó Tuka Alhanai, que está a punto de presentar su trabajo a la Association for the Advancement of Articial intelligence. Nuestro trabajo es un paso en esa dirección, lo que sugiere que no debemos estar muy lejos de un mundo donde la gente pueda tener una inteligencia artificial que sea un coach social de bolsillo», añadió.
Ya sabíamos que Google podía dejar a su inteligencia artificial escoger ella sola diferentes tipo de sonidos. Aquí, el sistema analiza el sonido, proporciona una transcripción de voz a texto, y guarda las señales psicológicas para determinar el tono general de la conversación. Resultado: una fiabilidad del 83% según el MIT. Los investigadores ya están pensando en la mejora de esta actuación, dando a este smartwatch la capacidad de analizar una conversación entre un mayor número de personas, cada una con su pulsera con el fin de recoger nuevos datos.
Es importante destacar que, al inventor de este smartwatch, le gustaría hacer hincapié en que, el sistema en cuestión, utiliza un algoritmo que respeta la información privada de los usuarios. Tuka Alhanai también ha aclarado que una versión comercial del reloj presupone un protocolo claro para obtener el consentimiento de todas las personas implicadas en la conversación.
Para el diseño del smartwatch, el equipo del MIT ha registrado 31 conversaciones de varios minutos, en los que se aplicaron dos algoritmos. Uno de ellos es responsable de la clasificación de la conversación ya sea esta feliz o triste, mientras que el otro estudia específicamente el contenido de la conversación, en bloques de cinco segundos, clasificándolos de nuevo como una conversación positiva, negativa o neutra.
Lo que te puede evitar algunos momentos incómodos si tienes problemas con el segundo grado o si no conoces a tu pareja. También ten en cuenta que el smartwatch no solo procesa el contenido de los sonidos, sino que también puede leer los labios.