Cuando, el 23 de junio, los votantes británicos decidieron que no querían tener nada que ver con la Unión Europea, mucha gente se sintió sorprendida por el resultado. Incluso en Reino Unido.
Y, por eso, un grupo de representantes del Partido Verde de Inglaterra y Gales, de Irlanda del Norte y del Sudeste de Inglaterra (encabezados por Joylon Maugham, director de Good Law Project, una sociedad civil británica), han decidido comprobar si el artículo 50 del Tratado de Lisboa podría revocarse una vez invocado sin necesidad de hablar con el resto de miembros de la Unión Europea.
Puede que Reino Unido pueda dar marcha atrás al Brexit
Se está intentando comprobar si se puede dar marcha atrás desesperadamente para comprobar que el bulto que golpearon fue un tronco que se puede ignorar; no el equivalente de atropellar a una persona. Si el bulto fuese un tronco, no pasaría, nada. Sin embargo, si es una persona, habría que llevarla al hospital. Eso sería volver a la Unión Europea invocando el artículo 49 del Tratado de Lisboa.
Theresa May, la Primera Ministra británica ha dicho que tiene intención de presentar formalmente la petición de abandonar la UE a finales de marzo de este año. Esto significaría que Reino Unido abandonaría completamente la Unión para 2019 (dentro de dos años).
Reino Unido comenzará el proceso de abandonar la UE a finales de marzo
Sin embargo, la idea central de los tres representantes del Partido Verde es que, puesto que Reino Unido no asistió a las negociaciones del Brexit (al contrario que, por ejemplo, la República de Irlanda, que sí lo hizo), podría chapotearse en una laguna legal del Tratado para poder volver rápidamente.
Mr. Maugham ha dicho que está de acuerdo con el resultado del referéndum votado en junio, pero que está preocupado por lo que pueda deparar el futuro.
Los representantes del Partido y de la sociedad civil han presentado el caso en Irlanda y lo han financiado con unas 70.000 libras obtenidas a través de una plataforma de crowdfunding.
Los representantes de las tres ramas del Partido Verde (que se separó en 1990) tendrían más interés en el caso presentado en Irlanda puesto que, según el Tribunal Supremo del Reino Unido, las administraciones de Irlanda del Norte, Gales y Escocia no tendrían ni voz ni voto en las negociaciones con la Unión Europea (la decisión del Supremo está en un documento de 98 páginas).
Steven Agnew, representante de Irlanda del Norte argumenta que el estado especial de Irlanda del Norte se está viendo ignorado. No solo porque sería otra separación más entre la República de Irlanda y el Norte (estando el segundo todavía afectado por the Troubles, la guerra civil que tuvo lugar en el país entre los 60 y el 98), separación que solo acentuaría los posibles problemas, sino que Irlanda del Norte tendría la única conexión terrestre con la Unión Europea.
Aunque hasta marzo (puede que incluso después de que Theresa May ponga en marcha el Artículo 50) no se va a llegar a ninguna decisión, Mr. Maugham considera que el hecho de que exista la opción, le da una oportunidad a los ciudadanos del Reino Unido. Que dicha opción se coja o no ya recae sobre los votantes.