Antiguas ciudades arrasadas, restos que desaparecen, momias aplastadas por las ruedas de los camiones. Son muchos los atentados que se han sucedido en los últimos años, que coinciden con el conflicto armado en Siria e Irak, contra el patrimonio cultural, arquitectónico y artístico de las ciudades de estos dos países orientales.
Sin embargo, no nos encontramos ante un fenómeno nuevo, sino que es una realidad que se viene sucediendo a lo largo de los siglos. Los conflictos armados no solo dejan un reguero de sangre a sus espaldas, sino que también arrasan con buena parte del patrimonio de las ciudades por las que pasan. En otros casos, solo hace falta la voluntad del poder para terminar con algunas joyas del pasado:
7Intereses económicos
Los intereses económicos suelen ser los peores enemigos para muchas construcciones históricas en tiempos de paz. Y es que, hay ciertas ocasiones que el patrimonio histórico se sitúa en emplazamientos que son demasiado atractivos para los empresarios.
En España tenemos miles de ejemplos, solo hace falta darse una vuelta por la amplia mayoría de centros históricos de nuestras ciudades, aunque no es un problema exclusivo de nuestro país, ya que también se han producido situaciones parecidas a lo largo y ancho de todo el mundo.