Antiguas ciudades arrasadas, restos que desaparecen, momias aplastadas por las ruedas de los camiones. Son muchos los atentados que se han sucedido en los últimos años, que coinciden con el conflicto armado en Siria e Irak, contra el patrimonio cultural, arquitectónico y artístico de las ciudades de estos dos países orientales.
Sin embargo, no nos encontramos ante un fenómeno nuevo, sino que es una realidad que se viene sucediendo a lo largo de los siglos. Los conflictos armados no solo dejan un reguero de sangre a sus espaldas, sino que también arrasan con buena parte del patrimonio de las ciudades por las que pasan. En otros casos, solo hace falta la voluntad del poder para terminar con algunas joyas del pasado:
4España, asolada por los conflictos
Si echamos la vista atrás, y observamos antiguos grabados, dibujos, pinturas, fotografías -o incluso vídeos- del paisaje urbano de nuestras ciudades y pueblos; podremos dar cuenta del gran número de joyas que se han perdido a lo largo de los años.
Durante la Guerra Civil, del mismo modo que sucedió en otras zonas europeas cuando dio comienzo la Gran Guerra, se destruyó parte de las joyas culturales y arquitectónicas que existían hasta el momento. Un claro ejemplo de urbe arrasada lo encontramos en Guernica -que fue bombardeada por la Luftwafe alemana- y que tan bien supo retratar Picasso en su cuadro cubista.
Sin embargo, el asunto no quedó ahí. Durante los años de dictadura de Franco, en España se cometieron tremendas atrocidades en esta materia, para construir los típicos inmuebles sesenteros – y los posteriores y anteriores- que manchan los núcleos urbanos de nuestras ciudades y que siguen afeando, a día de hoy, estas zonas nobles.