La compañía aeroespacial Space X ha conseguido hacer despegar un cohete Falcon 9 después de perder un cohete similar el pasado mes de septiembre en Cabo Cañaveral, en Florida. Por suerte, el cohete que explotó no contaba con una tripulación en su interior, por lo que el hecho quedó en un desgraciado accidente.
Este despegue ocurrió el sábado desde la base aérea de Vandenberg, en California, y forma parte de una carrera espacial privada que está dirigida por el director general de la empresa Telsa, Elon Musk. El empresario quiere llevar 10 satélites comerciales al espacio para la compañía de voz y datos Iridium, que está planeando instalar 70 de estos satélites para el próximo año 2018.
A pesar de que el lanzamiento de este cohete Falcon 9 estaba previsto para el pasado lunes, no fue hasta el sábado cuando pudo despegar y tomar rumbo hacia el espacio. El vuelo fue pospuesto debido a la intensa lluvia y los vientos tan fuertes que podían desviar el cohete. Por ello, el lanzamiento se produjo el pasado sábado a las 17:54 GMT (una hora más en la Península).
Despega el primer cohete Falcon 9 tras la explosión ocurrida en el pasado mes de septiembre.
El incidente ocurrido hace algunos meses se produjo en la propia plataforma de despegue, donde un cohete de la familia Falcon 9, exactamente igual que el que se lanzó el sábado pasado, explotó en su lanzamiento. Este vehículo espacial pertenecía a la compañía de comunicaciones Amos 6, de la firma israelí Spacecom. Finalmente, la compañía no intentó poner otro cohete en órbita tras el accidente en el que no iba ninguna persona.
El satélite accidentado iba a dar servicios de comunicaciones a una zona bastante amplia, desde la costa de Estados Unidos hasta Europa, África y Oriente Medio. También se intentaba reforzar las necesidades de comunicación del Gobierno israelí pero, finalmente, se ha quedado en solo un intento que, suponemos, volverán a intentar próximamente.
El satélite explotado de Amos 6 también iba a ser el primero que usaría la red social de Facebook y uno de los artefactos que llevarían internet, desde el espacio, a zonas remotas y desérticas. Desgraciadamente, el satélite Falcon 9 no ha formado parte de esta campaña tan interesante que se pretende llevar a cabo.
El satélite de la empresa Amos 6 pretendía llevar internet a lugares remotos. Por suerte, no contaba con tripulación en el interior.
La cuestión es que no es la primera vez que este tipo de cohetes sufre un accidente al despegar. Ya en el mes de junio de 2015, otro cohete de la misma familia sufrió una explosión tras su despegue, lo que hizo que el equipo mecánico de la compañía reforzara las piezas del satélite.
Por suerte ninguno de estos cohetes contaba con una tripulación en su interior, por lo que las explosiones han quedado en meros accidentes de los que la empresa no tiene que lamentarse, más que de haber perdido meses de trabajo. Aún así, los técnicos siguen investigando y probando mejores piezas en sus satélites para evitar este tipo de explosiones.