Cortijo Espíritu Santo, una empresa de Jaén ha conseguido vender una «botella-escultura» de aceite de oliva por 324,5 euros, lo que lo ha convertido en el aceite de oliva más caro del mundo. La botella de cristal esculpida por la artista holandesa Ángela Teunissen contenía 250 mililitros de este líquido dorado.
Este producto, una edición limitada de 150 botellas, se vendía con certificado de autenticidad, siendo que la idea principal de la empresa Cortijo Espíritu Santo era transformar el aceite de oliva en arte y conseguir comercializarlo en el mercado internacional.
La fábrica y finca se pusieron en marcha en el año 2003, en el término municipal de Úbeda. Juan Molina y María Molero, los propietarios y ambos licenciados en técnicas agrícolas, han querido apostar por la calidad, logrando situarse rápidamente entre los mejores aceites de la provincia con el reconocimiento de Jaén Selección.
Uno de los primeros pasos que ha dado esta joven empresa ha sido crear la botella de aceite más cara del mundo. Está inspirada en dos gotas de aceite y elaborada en cristal. El vidrio es de gran grosor y genera reflejos de enorme belleza, con un peso de 4 kilos. La escultora Ángela Teunissen compuso la escultura de cristal a mano.
Sin embargo, para calentar el vidrio hizo falta un molde. De eso se encargó el artesano de madera de olivo de Torreperogil, Juan Molina Baena, que elaboró la botella trabajando el tronco de un olivo de más de 200 años. El artesano, afirmó en su día, que del cuerpo de la botella nacía un brazo curvilíneo elaborado de forma artesanal que unía con delicadeza una copa en cristal de Zwiezel en la que verter el aceite, tanto para disfrutar de forma olfativa como para degustar. El envase va acompañado con una tabla de madera de olivo con forma de gota de aceite.
La idea de los propietarios era que este aceite se comprase como un objeto de coleccionismo o para la decoración de hogares, de hecho, la idea era utilizar la botella como aceitera puesto que el formato es rellenable.
María Molero, recomendó en una entrevista, que el aceite se consumiese cuanto antes mejor, ya que no deja de ser un líquido que va perdiendo propiedades con el paso del tiempo. No existe una tienda que funcione como punto venta. Las transacciones se realizan por internet.
El lema de la empresa es “Del campo a tu mesa”. Recogen la aceituna en su tiempo óptimo de maduración, y antes de los 20 minutos ya está en la almazara. De este modo el aceite no madura y es realmente virgen extra, manteniendo todo su sabor y olores. Además el matrimonio junto a otras seis familias que tienen contratadas se encarga de todo el proceso, incluido el envasado y el etiquetado.