jueves, 9 enero 2025

Series de comedia completas para superar las cien horas que le quedan a 2016

El año del Brexit, de los problemas de gobernabilidad y de la elección de Donald Trump. El año de los atentados en Berlín, Bruselas, Estambul y Niza, del accidente del Chapencoense y de la la masacre del Pulse de Orlando. El año del huracán Matthew, del accidente del vuelo 804 de EgyptAir, del virus zika y de las muertes de David Bowie, Leonard Cohen, George Michael y Prince… Y eso sólo si nos centramos en los grandes titulares. Al año le quedan cien horas para terminar y, para evitar salir a la calle, lo ideal sería poder encerrarnos en casa debajo de una manta, comer, dormir y ver series.

Aquí va un recopilatorio de algunas comedias que te harán pasar un buen rato y que no te frustrarán tanto como este año: Todas han terminado ya y por primera vez puedes verlas completas y legalmente en nuestro país cuando gustes. Ha sido una de las cosas buenas de este año tan decepcionante.

7
Entourage (El Séquito) (8 temporadas, HBO)

Llegaron a hacer una película casi tan mala como la serie. Porque no nos engañemos. El Séquito es una serie mala, un placer culpable e idiota.

Narraba las desventuras de Vincent Chase, un actor de éxito en constante camino hacia la fama. Y lo hacía con la misma fórmula que Stephen Levinson ha desarrollado después en Ballers: Problemas relativamente pequeños, fácilmente superables y trastornos que no nos impidan ver cómo los protagonistas conducen los mejores coches, van a las mejores fiestas y acaban con las candidatas a actrices más guapas y tontas.

La serie tenía como mayor lastre a Adrian Grenier, un actor con bonitos rizos y ningún carisma del que nunca te crees el éxito que consigue. Pero a cambio, tenía a un plantel de secundarios descacharrante. El mejor, Jeremy Piven como el superagente de estrellas Ari Gold, que convierte en oro cada minuto de tiempo en pantalla.

También era maravilloso ver a Johnny Drama, el hermano de Vincent, siempre viviendo a su sombra. Interpretado por Kevin Dillon, el hermano de Matt Dillon, siempre viviendo a su sombra. Una feliz ironía que tiene mucho que ver con el hecho de que la serie no deja de ser una versión edulcorada del ascenso de otro de sus productores, Mark Wahlberg. Los parecidos entre la vida de Wahlberg y la de Chase están bien documentados.


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