Telefónica está sufriendo una transformación forzosa motivada por la asfixia que le supone la competencia en determinados países, su enorme deuda en relación a fondos propios y ebitda y por los problemas que se está encontrando a la hora de vender activos no esenciales para el actual momentum de la compañía.
Después de la salida del que fuera durante más de una década presidente, César Alierta, y la entrada de José María Álvarez Pallete, aunque siguiendo una línea parecida, se están viendo cambios más bien motivados por la situación de necesidad en la que se encuentra la compañía que por el cambio de presidente. Lo que antes se toleraba de alguna forma por parte de los inversores (la deuda de Telefónica es elevada pero con una capacidad de pago estable) ahora es más difícil de sostener dadas también las condiciones financieras actuales.
Telefónica está dividida entre su necesidad de poner en el mercado activos para liquidar su deuda y, por otro lado, no perjudicar al accionista que ha visto diezmado su beneficio, no sólo en lo que ha dividendos se refiere. Aunque la cotización de la acción ha crecido bastante en diciembre, maquillando la pérdida en Bolsa de la compañía de los últimos meses, no podemos olvidar que se encontraba en agosto de 2015 en 12,50 euros por acción cuando ahora está en los entornos de 8,70 euros. Muy lejos nos encontramos, por tanto, de los buenos tiempos de Telefónica, en los que la acción cotizaba en máximos y los accionistas obtenían rentabilidades por dividendo de media de entre el 7% y el 8% anual.
2Telefónica tiene previsto colocar alrededor de un 40% del capital de Telxius
Telefónica tiene previsto colocar un 36,36% del capital de Telxius (casi 100 millones de acciones de un total de 250 millones), porcentaje ampliable al 40%. Fijando una banda de precios de entre 12 y 15 euros por acción. Con el reciente paso atrás ha retrasado un proceso que la compañía requiere y que seguramente acabe haciéndose por un precio inferior al marcado por la empresa.
El ritmo de eliminación de deuda tiene que ser más elevado, y la compañía tiene que conseguir algún acuerdo en los próximos meses. De momento se encuentra en proceso de negociación con fondos de capital riesgo para la venta del 40% de Telxius confiando en que el precio le salga más favorable que en la OPV.
La compañía requiere un ajuste para eliminar la deuda pero sin que éste pese sobre su negocio. Algo difícil en tiempos en los que la competencia te asfixia y en los que el regulador frena muchas de tus actividades.
En los próximos meses tenemos que estar pendientes de esta acción y de ver cómo se desarrollan los acontecimientos, pero lo más probable es que haya una alta volatilidad y que se produzcan muchos movimientos dentro de la compañía.