La tradición cristiana –y la católica por ende- es clara en este tema, entre la madrugada del 24 de diciembre y el 25 del mismo mes se celebra el nacimiento y la llegada de Dios, a través de su hijo, Jesucristo, al mundo. Sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta el día en el que realmente nació el Salvador de una de las religiones más importantes e influyentes de la historia.
Entonces, si ni siquiera se nombra nada acerca de la fecha de nacimiento de Jesús, ¿por qué se celebra la Navidad en estas fechas? Esta cuestión tiene una sencilla respuesta: se tomó una antigua fiesta pagana dedicada a la festividad y conmemoración de Saturno para transformarse en lo que hoy día conocemos como Navidad.
Una fiesta que llegaba a durar, según algunos autores, hasta siete días de celebración, y que comenzaban a celebrarse el día 17 de diciembre. Durante este tiempo, toda actividad se paraba en el ámbito romano –gracias a la gran popularidad con la que contaba-. De esta festividad hemos traído parte de sus tradiciones como la de recibir y dar regalos.
Sin embargo, en nada se parecían los actos de celebración de aquellos días con los que contamos hoy en día. Probablemente, las fiestas Saturnales fueran más parecidas al carnaval que al concepto actual de Navidad.
Durante los primeros años del cristianismo no se celebraba el nacimiento de jesús o se hacía el 6 de enero
Por otro lado, durante este breve lapso de tiempo se rompían todas las reglas sociales establecidas en una sociedad encorsetada. De hecho, hasta los esclavos se sentaban en la mesa con sus señores para comer. En cualquier caso, el 25 de diciembre y a modo de cierre, se celebraba la victoria del sol naciente sobre la noche.
En este contexto, y al ver los representantes cristianos la gran aceptación popular de esta fiesta pagana entre la población, los mismos debieron pensar acerca de aquella máxima que dice «si no puedes con el enemigo, únete a él» y eso decidieron hacer.
Ante el fervor popular por Saturnalia, el cristianismo decidió transformar esa fecha en la navidad actual
Todo esto sucedió a lo largo del siglo III y siglo IV, en un escenario histórico en el que esta religión había pasado de ser perseguida por las autoridades a convertirse en la oficial de la antigua Roma.
Cabe recordar, como punto final, que en los primeros años del cristianismo como religión no se celebraba el nacimiento de Jesucristo, aunque en aquellos países con este arraigo confesional, pero de tradición oriental, se solía festejar el seis de enero.