No parece que repartir cartas sea el mejor negocio a estas alturas de la partida. De hecho, ninguna de las dos grandes operadoras del sector: Correos y Unipost, pasan por su mejor momento. Es el caso de la pública, que ve cómo -poco a poco- sus competidores le van comiendo la tostada, mientras que la privada se da cuenta -y eso que ya cuenta con años a sus espaldas- de que cubrir el territorio nacional con un señor andando con un carrito a cuestas no es tan fácil ni tan barato como se podían pensar cuando empezaron.
Una situación a la que se le suma lo que ya sabemos. La continua caída del envío de cartas. Así lo dice la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), cuyo Panel de Hogares refleja que en el primer semestre de 2016 el 67% de la población no había recibido ninguna carta de otro particular-; y el 53% ya había recibido las facturas en formato electrónico.
Aun así Correos controla el 84% del mercado postal tradicional, aunque ha ido perdiendo cuota progresivamente. Especialmente entre 2014 y 2015, cuando se dejó casi 3 puntos porcentuales. Una cantidad que fue capaz de absorber la empresa catalana. Ahora bien, según se desprenden de los datos de la CNMC la actividad del sector postal tradicional ha caído un 4% en los envíos. Un descenso que achaca casi en exclusiva a la sociedad pública que, en 2015, vio cómo las reclamaciones aumentaron hasta las 97.000. Es decir, 20.000 más que un año antes. Y mientras tanto, las empresas privadas, lograron mantener -e incluso incrementar- su cuota.
Esto tiene su reflejo en los números. En 2015 las cuentas de Correos se dejaron más de 34 millones de euros, aunque la situación de Unipost no es mucho mejor, ya que cerro el año pasado con pérdidas superiores a los 2 millones de euros. Algo a lo que hay que sumar el hecho de que durante este curso, y según publica Economía Digital, han perdido un contrato clave para ellos como es el de Iberdrola. Al parecer, la eléctrica no entendía que Unipost no ofreciera un servicio completo puesto que en muchos puntos de España debía subcontratar a Correos para lograr que los envíos llegaran a su destino.
Así, pues, como se puede observar los dos Reyes del sector postal no atraviesan por su mejor momento. Ambos tratan de buscar su hueco inmersos en crisis sin precedentes. En el caso del operador público llama la atención cómo en sus cuentas del año 2015, la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos tuviera por cobrar cerca de 630 millones de euros. De esa cantidad, cerca de 117 millones procede de servicios realizados a empresas postales de terceros países; y otro 164 millones de euros de deudas de la Administración Pública (una mejora del 22% respecto al 2014).
Pero es que si se mira a los ingresos, la situación tampoco es para vanagloriarse. Competencia avisa de que en 2015 se lograron 1.600 millones en la cifra de negocio, gracias a los envíos de propaganda electoral. Sin ellos, la cosa podría haber sido mucho peor.
A Correos las Administraciones les adeudan 164 millones, unipost trata de recuperar clientela para cuadrar los números
Eso sí, aunque tiene algunos ruidos de marejada de problemas de personal, no se parecen ni de cerca a los que tiene su inmediato competidor. Los trabajadores de la empresa todavía no han cobrado la paga extra de verano, ni tampoco parece que vayan a hacer lo propio con la de Navidad. De hecho, la compañía se encuentra inmersa en este momento en una negociación en la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos con los representantes de los trabajadores para intentar aplazar el pago de las mismas.