Había expectación por ver Una hora con Cebrián. Y la entrevista de Jordi Évole al presidente del Grupo Prisa no defraudó. Dice Iñaki Gabilondo de Évole, en tono elogioso, que el periodista catalán ha sido capaz de alterar las reglas entre periodista y entrevistado. Y esta «alteración» puso de los nervios en varias ocasiones a uno de los capos de la comunicación en nuestro país, periodista excepcional para unos y malvado empresario para otros.
Juan Carlos Monedero culpó a Cebrián en el prologo del programa de fijar una mirada idílica de la Transición. Pero el interesado no está de acuerdo con su poderío: «Jamás he querido ser poderoso ni quitar o poner Gobiernos». Repasamos el cara a cara entre Évole y Cebrián sirviéndonos del título de cinco películas.
Cebrián dice que no quiere quitar o poner Gobiernos, en clara referencia a Pedro J. Ramírez
1- Mi primo Vinny
La mejor etapa de Cebrián, en la faceta profesional, la disfrutó en plena Transición. Antes pareció querer justificarse, y legitimarse en el campo democrático, por ser nombrado jefe de informativos de TVE con Franco todavía vivo: «Me dijo un primo mio comunista que aceptara el cargo porque había que ocupar los espacios de la vida pública».
También admitió que La Sexta es el canal que más ves, señaló que El País nunca ha sido un periódico de izquierdas, aunque al noventa por ciento de sus lectores les pareció lo contrario y se mostró beligerante contra la «España profunda, cutre, reaccionaria, la cual anida en algunas zonas del Partido Popular».
El País no ha sido nunca un periódico de izquierdas, según Cebrián
2- Caza mayor
Évole afirmó que con la publicación de los escándalos sobre la Casa Real «se abrió la veda» con Zarzuela. «Hubo un pacto tácito durante muchos años entre los medios de comunicación y los partidos políticos de no adoptar posturas excesivamente críticas con la monarquía», admitió el entrevistado.
Cebrián valoró positivamente el reinado de Juan Carlos I porque fue bueno «como dique ante las intentonas golpistas». Aunque, tal y como le recordaría cual Pepito Grillo Évole, este ambiente de cuartelazo duró bastante menos que el silencio mediático.
Cebrián valora la monarquía por la estabilidad política que ha dotado a la vida pública española
3- La Escopeta Nacional
En su autobiografía cuenta Cebrián que acudió a una cacería junto a Jesús de Polanco e Isidoro Álvarez, por aquel momento presidentes de Prisa y de El Corte Inglés. Pero el empresario, ante la pregunta con evidente intención, intentó desligarse de la endogamia de la que le han acusado con los poderosos.
Más dificultades tuvo para admitir que Alfredo Pérez Rubalcaba y Felipe González sean a día de hoy miembros de diferentes consejos de El País, tildó de «chiste genial» que lo culpen de que el PSOE favoreciese un Gobierno de Rajoy y calificó la actitud de Pedro Sánchez de «miserable» tras haber desatacado su «mediocridad política».
Cebrián se desliga de los que le acusan de evitar un Gobierno de progreso
4- Asalto al Banco Central
Cebrián admitió dificultades para encontrar «el modelo de negocio en el terreno de los medios de comunicación tras la irrupción de nuevas tecnologías». Pero se puso nervioso, demasiado quizás, cuando Évole machaconamente le recordó que el Santander, La Caixa o el HSBC tienen acciones de Prisa: «Creo que no entiendes bien lo que es un consejo de administración, ahí no se discute la línea editorial de El País (…) el único problema creciente es la autocensura de algunos periodistas, que piensan que es mejor no meterse en líos».
Évole le recordaría entonces que el indulto del Gobierno Zapatero a Alfredo Sáenz no apareció siquiera en portada de El País y que le dedicó portada y catorce páginas elogiosas a la muerte de Emilio Botín. Pero aquí el presentador de Salvados consiguió sacar de sus casillas a un personaje que no está demasiado acostumbrado a bajar a la arena del coso: «No tengo ni puñetera idea porque no fue portada», «te recuerdo que no dirijo El País», «la independencia del director de El País es superior a la que puede tener un director de La Sexta» o «el señor Lara es accionista del Sabadell» fueron algunas de las frases que expresó en tono crispado.
Cebrián se mostró nervioso cuando le recordaron la presencia de varias entidades financieras en el accionariado de Prisa
5- La Guerra de las galaxias
Évole, para rematar la entrevista, le recordó a Cebrián que el precio de la acción de Prisa perdió en menos de una década un 95% de su valor. Y aquí llegó la pregunta/dardo: «¿No ha pensado usted nunca en dimitir?». Cebrián afirmó que sí, pero que no lo hace por «responsabilidad». Además el protagonista del programa, con signos evidentes de agotamiento, señaló que su sueldo es público, que no quería hablar en público de sus «muchísimas contradicciones», que él no aparece en los papeles de Panamá, «aunque lo diga La Sexta» y que tiene acciones de Star Petroleum, «con valor cero», porque son «donación de un viejo amigo mío».
Cerraría la entrevista la fotografía viral de Juan Luis retratado junto a la máscara de Darth Vader («Dan Veider» según el entrevistado), pero Cebrián tuvo fuerzas para sobreponerse de los dardos sacando las garras: «Creo que tú también eres parte del establishment». Y Évole tiró de ironía para acabar: «Lo pondré en mi currículum».