viernes, 22 noviembre 2024

Almunia: «Los populismos son campeones en promesas falsas»

En su primera entrevista con merca2.es, Joaquín Almunia reserva un lugar especial en el infierno a los populistas y también a las fuerzas de Gobierno que han empezado a imitar sus propuestas.

P ¿A dónde nos lleva la creciente desconfianza en los representantes públicos?

A un deterioro de la confianza de los ciudadanos en sus representantes, de la credibilidad de las instituciones democráticas y a abrir la puerta a esos populismos que levantan mucho la voz, tienen muchos eslóganes y critican todo lo que se les pone por delante pero que no aportan ni una sola solución.

P Fue curioso que, tras el Brexit, Nigel Farage reconociese abiertamente que todo lo que habían dicho durante su campaña del Brexit era mentira.

No me lo pongas como ejemplo, porque es lo peor de lo peor de la política.

P Pero se ha demostrado que sus eslóganes fueron totalmente falsos.

Los populistas son campeones, verdaderamente expertos, en ofrecer promesas falsas que saben que no van a poder cumplir. Lo utilizan como instrumento de campaña y cuando el ruido se para reconoce que era sólo para ganar votos. No en vano el diccionario de Oxford ha considerado que ‘post-verdad’ es la palabra del año.

Si sólo fuesen los populistas, sería preocupante pero no grave. Lo grave es que hay políticos que dicen que no son populistas pero copian estas técnicas. Si el virus populista contamina a las fuerzas políticas de gobierno, que han venido gobernando con alternancia durante décadas, que han construido la Unión Europea, que han asentado la democracia y han demostrado muchas veces que son responsables, entramos en una deriva muy complicada. Daría igual quien gana.

En Austria ha perdido el candidato de extrema derecha. Fantástico. Menos mal que el candidato que ha ganado, el verde, no ha hecho una campaña populista.

P En EEUU nos están dando también lecciones de populismo con la victoria de Donald Trump

Trump no entiende absolutamente nada, entiende sólo de sus negocios. Y para colmo Trump es un empresario inmobiliario, y con todo el respeto que me merecen es un tipo de empresario que tiende a saber poco de cómo funcionan los sectores abiertos al exterior. Suelen ser un sector protegido porque las casas y las carreteras no se pueden mover de sitio, y cuando salen fuera tienen un mercado cerrado allí donde invierten. Y no entienden el resto de la economía ni de cómo funciona nuestro mundo globalizado.

almuniacach

PHablamos del auge del populismo y de incumplir promesas. Pero en España cada vez que el Partido Popular ha llegado al poder prometiendo bajadas de impuestos ha empezado subiéndolos. 

Políticamente hacer promesas que no se pueden cumplir está muy mal. Hay que medir las promesas que se hacen a un electorado desconfiado, dolido por la crisis y sus consecuencias. Hay que prepararse más seriamente las propuestas. Si además se hacen esas promesas sabiendo que no se van a poder cumplir, me parece todavía peor.

Es verdad que el Partido Popular se ha especializado en ese tipo de propuestas, en ganar elecciones al grito de ¡bajaremos los impuestos! para subirlos casi en el primer consejo de ministros.

Por otro lado es lógico subir los impuestos porque se han evaporado otros y es, o eso, o una jibarización enorme del gasto público social que nadie desea realmente. Hay que buscar formas de ingresos que no generen mayor desigualdades ni ahogar posibilidades de crecimiento.

P En España una de las tensiones que vive la clase política tiene que ver con el concepto de puertas giratorias y el hecho de que no estamos sabiendo resolver bien cómo gente del mundo de la empresa puede aportar a la política y viceversa, de una forma normalizada y legal. Parece que los abusos que se han producido en las llamadas puertas giratorias ha provocado una respuesta populista contra las interacciones entre empresa y política que no ayuda a resolver esta situación.

En política, y no sólo en España, se ha producido a lo largo del tiempo un proceso de selección adversa. Se atrae a quien no se debiera atraer, a quien se mete en política a ganar dinero. Si quieres ganar dinero no te metas en política, métete a futbolista de élite (pagando impuesto).

También hay selección adversa, reteniendo poco a quienes la política debería retener.

Por supuesto, hay que regular las puertas giratorias, que entren intereses privados a la política o que un político abuse y se lucre por su actividad política. Pero a veces se producen exageraciones ridículas. Un amigo más joven me decía hace poco que ser diputado era un lunar en el currículum. Es verdad que no puedes lucrarte de tu actividad política, pero salir de la politica y trabajar en tu profesión o tener tu profesión y dedicarte a la política está bien. Sólo hay que regular el conflicto de intereses y fomentar la transparencia.

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