Vocento triplicó sus pérdidas en los nueve primeros meses del año, elevando la cifra hasta los 7,7 millones de euros. ABC, que presenta una caída de ventas del 9% y es culpable de más de la mitad de las pérdidas, 4,46 millones (mientras la división de periódicos regionales gana 12,7 millones en el mismo tiempo).
No son unos grandes números para el consejero delegado del grupo, Luis Enríquez, que en el último lustro ha acometido finas tareas de bisturí: Primero decidió cerrar La 10, por lo cual su división televisiva, Net TV, se convertía en cómoda arrendadora alquilando sus dos señales nacionales por más de seis millones de euros.
Vocento tiene una deuda bruta de 128 millones de euros
Más adelante decidía cerrar Punto Radio, cerrando un acuerdo editorial y económico con COPE que le reporta alrededor de cinco millones de euros «limpios». Y por último tomaba una decisión polémica: dejar de imprimir uno de los diarios más patrióticos del panorama editorial, ABC, en Canarias y Baleares, lo que ha ayudado a aminorar las pérdidas del diario monárquico.
Pero aun así los números rojos siguen marcando la dinámica de Vocento, que la semana pasada vio atónito como Atresmedia rompía su comentada neutralidad para hacer sangre con sus números, tanto en Antena 3 Noticias, que le dedicó una pieza de un minuto en su informativo del mediodía, como en La Razón.
Su periódico competidor le dedicaba un extenso reportaje: «ABC lastra a Vocento», rezaba el titular, y añadían: «Las acciones de la compañía se han hundido un 92% desde su debut bursátil hace diez años. Los títulos se estrenaron en bolsa a 15 euros, pero ayer apenas valían 1,12 euros (…) la plantilla de ABC se ha reducido en estos últimos diez años a prácticamente a la mitad. En el año 2006, el diario contaba con una plantilla de 719 trabajadores, incluyendo los empleados de ABC Sevilla. Hoy, un decenio después, el número de empleados se ha reducido a 379, lo que significa una reducción de 340 personas, equivalente al 47% de la fuerza laboral del diario en toda España». ABC, sobre la misma información, tenía un tratamiento completamente diferente: «El resultado de Vocento se dispara casi un 18% en tres meses y alcanza los 28,8 millones».
En defensa propia
Fuentes cercanas a Atresmedia admiten la guerra, señalando que es un simple «pique entre competidores, que en este caso es en defensa propia». ¿En defensa propia? Atresmedia se refiere con lenguaje bélico a la campaña emprendida por Vocento, en especial en ABC, contra el llamado «duopolio televisivo».
Hace unos días el videpresidente de Atresmedia, Mauricio Carlotti, iba por el mismo camino en una entrevista concedida a El Diario: «Todos los grandes grupos han tenido la oportunidad, uno especialmente, el grupo Vocento, que ahora está a la cabeza de la cruzada contra el duopolio. Sobre esto podría hablar dos días. El duopolio no existe, hay diez operadores que nos peleamos todos los días (…) El grupo Vocento ha tenido más licencias que cualquier otro grupo editorial, nacionales, digitales, analógicas, autonómicas, locales, y lo ha intentado varias veces y está claro que no han sido capaces. Llegaron a tener cuatro canales en un determinado momento y se podrían haber fusionado con El Mundo. Por lo tanto, no es una cuestión de favores políticos. Hay gente que sabe hacer televisión y gente que no. Hay gente que ha entendido que la televisión es un negocio y hay gente que siempre ha pensado que la televisión no lo es y la ha utilizado como una herramienta de influencia».
Fuentes de Atresmedia admiten que la guerra existe
Recuerden que ABC editorializaba en marzo de esta manera: «A través de un largo proceso de concentración tolerado por el Gobierno de Mariano Rajoy y de un reparto de canales que, como cierta lotería, siempre tocaba a los mismos, Atresmedia y Mediaset se han repartido un dial que no sólo limita y casi anula la competencia, sino que condiciona el mercado publicitario.
Este editorial, sumado a los comentarios de su director, Bieito Rubido, sobre los millonarios contratos de Planeta a políticos como Aznar, Zapatero o Bono (operaciones analizadas por cierta prensa progresista como un nuevo mecanismo de las puertas giratorias), los palos de articulistas del decano de la prensa madrileña como Hermann Tertsch o Isabel San Sebastián sobre «el duopolio» o la guerra tuitera de hace dos años entre el propio Carlotti y el adjunto a la dirección de ABC Ramón Pérez Maura (que donó a Cáritas los 30.000 euros que había ganado en las tertulias de La Sexta), han convertido lo de Atresmedia-Vocento en una batalla campal, agravada después de que el Gobierno añadiese una señal más al conglomerado televisivo mientras dejaba al grupo vasco sin premio.
Vocento, con una deuda bruta hasta septiembre de 128,5 millones de euros, estará a partir de ahora más pendiente de sus números que de los rivales. Es por ello que Luis Enríquez estudia vender las licencias autonómicas de TDT mientras en ABC se barruntan nuevos recortes. Apuesten por ellos.