Aunque Donald Trump fue a la prestigiosa Wharton School of Economics, lo hizo a desgana y nunca ha valorado en exceso su educación formal. Como hombre de negocios, sus múltiples bancarrotas, oscuras decisiones y estafas evidentes como la Trump University o su fundación de pega, le muestran como un empresario de cierto éxito pero nada que ver con un Amancio Ortega, un Warren Buffett o un Bill Gates.
Como ser humano, sus calificaciones bajan aún más, con sus constantes ataques a minorías, oponentes, a la verdad y a la decencia más básica. Lo curioso es que prácticamente todos los presidentes de ficción parecen más presidenciables que él. Hagamos un repaso a algunos de los más importantes.