La compañía de hemoderivados que preside Víctor Grifols ha presentado resultados de los nueve primeros meses. Un beneficio de 406 millones de euros (1,1%) gracias, sobre todo, al aumento de ventas de su filial en Irlanda: Bioscience. El negocio principal de la compañía -pues es la que gestiona los medicamentos derivados del plasma- y que supone el 80% de los ingresos del grupo, que ascienden a 2.951 millones de euros.
Cabe recordar que Grifols decidió en 2015 llevarse el negocio a Irlanda, y sin esconder que lo hacía por la estabilidad que ofrece el país, pero también por los fuertes beneficios fiscales que oferta. De hecho, esta unidad es la más rentable del grupo, y logra por sí misma aumentar un 6% las ventas en estos nueve primeros meses del año.
Eso sí, Grifols es -cada vez más- una compañía alejada de nuestro país. No sólo por la salida de su principal negocio, si no porque buena parte de sus ventas proceden de fuera e nuestras fronteras. De hecho, Estados Unidos y Canadá generan el 67% de los ingresos que tiene el grupo, frente al 15% de la Unión Europea. De hecho, no es la primera vez que el grupo reclama cambios en el sistema de donaciones en España, para que pueda pagar a los donantes, tal y como ocurre al otro lado del Atlántico.
La empresa ha abierto en estos nueve meses varios centros en Estados Unidos, y no se descarta que en los próximos meses pueda llevar a cabo alguna compra importante. Tiene una liquidez de 1.300 millones, de los que 900 millones están directamente en Caja. Eso sí, el ratio de endeudamiento sigue siendo una de las cosas que más preocupa a los analistas. Consideran que es excesivo, ya que supone 3,32 veces EBITDA.