Parece que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) no puede más. Su presidente, Jaime Ponce, ha reconocido que necesita ayuda para recuperar una mayor cantidad de ayudas públicas a la banca. Hablamos de 58.996 millones de euros -ojo, que aquí no sumamos avales del Estado ni otras ayudas públicas recibidas. De lo que ha puesto el Fondo se han recuperado ya 4.837 millones, y se asume una pérdida de 2.451 millones. ¿El resto? Todo depende. Ponce asegura que hay muchos imponderables a tener en cuenta y, por tanto, resulta complejo saber cuánto podrá recaudarse.
Así que el FROB va a recurrir, según ha explicado en el Congreso de los Diputados, a una asesoría externa que le permita maximizar la rentabilidad de sus inversiones, así como reordenar sus participaciones. Recuerden: BFA-Bankia, BMN y SAREB. En el caso de las primeras el tiempo apremia, porque el Estado -según la Ley- debe salir antes de que termine el año que viene.
las ayudas públicas a la banca por el estado superan los 256.000 millones de euros
No es de extrañar que el presidente del FROB asuma que cualquier desinversión se puede estudiar. Abre así la puerta a un supuesto interés del BBVA en BMN; pero también a que Caixabank o Santander puedan hacer lo propio. Algo improbable, porque los catalanes están demasiado ocupados intentando integrar la lusa BPI (y porque aún están digiriendo todavía el Banco de Valencia); y Ana Botín sigue el ejemplo de su padre de no meterse en el charco de la banca pública. De la banca mediana mejor ni hablemos. Sobre todo de Bankinter, que tampoco hace mucho caso a los consejos de ayudar al rescate público para enfado del ministro Guindos.
Un buen quebradero de cabeza el que tiene el Fondo de Reestructuración, que ve además cómo las alfombras de las entidades rescatadas siguen llenas de estiércol debajo. Desde 2013 los gestores de esos bancos han revisado 90 operaciones relacionadas con el llamado tráfico inmobiliario y prácticas retributivas. 47 de ellas se han llevado a la justicia, con un perjuicio económico de 3.587 millones de euros para el erario público. Hasta ahí correcto. Lo que resulta llamativo es que Ponce diga al Congreso que con la personación del FROB en las distintas causas como perjudicado se contribuye a la recuperación de las ayudas.