martes, 1 octubre 2024

El IPC en Francia se sitúa en el 1,2% en septiembre, igualando el dato de julio de 2021

La economía francesa ha dado una señal positiva con la desaceleración de la inflación en el mes de septiembre. Según los datos preliminares publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee), el Índice de Precios de Consumo (IPC) se situó en el 1,2% interanual, lo que representa una caída de seis décimas con respecto al mes de agosto.

Esta reducción de la inflación se debió principalmente a la disminución de los precios de la factura energética, específicamente de los productos derivados del petróleo. Además, los precios de los servicios también se ralentizaron, alcanzando un 2,5%, cinco décimas menos que en el mes anterior. Por otro lado, las manufacturas se abarataron un 0,3%, frente al retroceso del 0,1% de agosto.

Moderación en el Índice Armonizado de Precios al Consumo

Paralelamente, el Índice Armonizado de Precios al Consumo (IPCA), utilizado por Eurostat en sus estadísticas, se situó en septiembre en el 1,5%, lo que supone una caída de siete décimas con respecto a la lectura precedente. Estos datos sitúan a la segunda mayor economía de la zona euro en una línea similar a la observada en España, donde el IPC también descendió al 1,5%, frente al 2,2% de agosto.

Implicaciones para la economía francesa

La moderación de la inflación en Francia es una señal positiva para la economía del país, ya que contribuye a mejorar el poder adquisitivo de los consumidores y a mantener la confianza de los agentes económicos. Esta tendencia se alinea con los esfuerzos del Banco Central Europeo (BCE) por controlar la subida de los precios en la zona euro, lo que podría permitir una política monetaria más flexible en los próximos meses.

Además, la evolución favorable de los precios en Francia y en otros países de la región refuerza la percepción de que la inflación ha alcanzado su punto máximo y que ahora se encuentra en un proceso de moderación gradual. Esto es una buena noticia para la recuperación económica de la Unión Europea, que ha enfrentado desafíos importantes en los últimos años.

En resumen, la desaceleración de la inflación en Francia en septiembre es un dato alentador que refleja una mayor estabilidad de los precios y una mejora de las condiciones económicas en el país. Este escenario podría abrir la puerta a una política monetaria más favorable para impulsar el crecimiento y el bienestar de los ciudadanos franceses.


- Publicidad -