miércoles, 3 julio 2024

El Gobierno da la puntilla a la nuclear con el aumento de la ‘tasa Enresa’ y el cierre de Almaraz

La semana que cerramos certifica la defunción de la energía nuclear en España. El lunes se conoció el lanzamiento del concurso público para borrar del mapa la planta de Almaraz; y al día siguiente, el Consejo de Ministros elevó el impuesto a los residuos radiactivos (la conocida como ‘tasa Enresa’), un tiro de gracia a los balances de las empresas gestoras.

LA ‘TASA ENRESA’ EXPRIME AÚN MÁS A UN SECTOR CONDENADO A LA DESAPARICIÓN

La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) es la compañía de titularidad pública encargada de gestionar la ‘basura nuclear’ producida por las centrales de fisión que aún operan en nuestro país. Esta entidad sufraga su actividad con los ingresos del mencionado impuesto, cobrado a los operadores de las plantas atómicas.

Después de un carrusel de negociaciones, reestructuraciones y enfrentamientos con el sector que ha durado meses, el Ejecutivo ha tirado de ‘decretazo’ para modificar el gravamen, situándolo en 10,36 euros por megavatio hora (€ MW/h), un 30% más que los 7,98 € MW/h exigidos hasta ahora.

Foro Nuclear, la patronal del sector, reaccionó inmediatamente advirtiendo que este aumento, junto con la «desproporcionada, discriminatoria y asfixiante carga fiscal» que soporta el parque nuclear español, «amenaza seriamente la continuidad de la operación».

EL AUMENTO DEL GRAVAMEN, CONSOLIDADO VÍA ‘DECRETAZO’, OBLIGA A LAS NUCLEARES A SUMAR 130 MILLONES DE EUROS A LOS 450 ‘KILOS’ QUE YA PAGAN CADA AÑO AL FONDO DE ENRESA

La medida, consolidada con la aprobación del Real Decreto 589/2024, obligará a las empresas gestoras de las plantas a ingresar, a partir del próximo 1 de julio, 130 millones de euros anuales adicionales a los 450 millones de euros que ya aportan cada año al fondo de Enresa desde marzo de 2019, según los datos que maneja la patronal.

Las nucleares se sienten víctimas de la imprevisión y desorganización del Ejecutivo en su empeño por extinguir la energía atómica. Foro recordó -una vez más- que la modificación de la tasa, que supone un incremento de 2,38 euros por cada MW/h producido respecto a la tarifa anterior, «es absolutamente ajena a la operación de las centrales nucleares, debiéndose exclusivamente a los cambios adoptados en el séptimo Plan General de Residuos Radiactivos por falta de consenso entre las diferentes instituciones involucradas y, por tanto, no imputable en ningún caso a la gestión de las centrales nucleares».

Asimismo, denuncia que el Ejecutivo «no ha tenido en cuenta ninguna de las alegaciones presentadas en tiempo y forma por la industria nuclear española en el pasado mes de abril».

EL ADIÓS A ALMARAZ

Este lunes, El Periódico de España dio a conocer que Enresa ha lanzado una licitación pública, con una dotación de 28 millones de euros, para seleccionar un proyecto de ingeniería dirigido al desmantelamiento de la planta nuclear de Almaraz (Cáceres). De este modo, la clausura del parque de energía atómica de nuestro país, una de las promesas electorales del actual Gobierno, entra en la fase de no retorno.

Gestionadas por Iberdrola, Endesa y Naturgy, las instalaciones de Almaraz generan anualmente más de 16 millones de megavatios hora MW/h anuales libres de emisiones -el 7% de la energía producida en España- abasteciendo a cuatro millones de hogares. Producir una cantidad equivalente de energía mediante combustibles fósiles liberaría a la atmósfera más de siete millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año.

Esta planta tiene una producción de energía eléctrica bruta acumulada desde origen y hasta el 31 de diciembre de 2023 de 611.000 gigavatios hora (GW/h), lo que la convierte en la instalación de mayor aportación al sistema eléctrico nacional, según los datos aportados por Centrales Nucleares Almaraz Trillo (CNAT).

LA NUCLEAR EN EL SISTEMA ELÉCTRICO ESPAÑOL

En el comunicado enviado para manifestar su rechazo a la nueva tributación de los residuos, Foro Nuclear lamentó que, en un momento histórico en que la transición energética ha llevado a países e instituciones de todo el mundo, «especialmente en la Unión Europea (UE)» a dar un nuevo impulso a la energía atómica, «nos encontramos aquí que el rumbo es el contrario».

Las altas instancias comunitarias ha manifestado en repetidas ocasiones su apoyo a esta fuente de energía, siendo bien conocida la postura favorable de la presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen. Asimismo, la última reforma del mercado eléctrico europeo la consolida como una de las herramientas descarbonizadoras más importantes.

Fatih Birol director general de la Agencia Internacional de la Energía
Fatih Birol, director general de la Agencia Internacional de la Energía (AIE)

En el ámbito extracomunitario, personalidades como el director general de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, han cuestionado la irreductible política de cierre del Gobierno español: «Yo me lo pensaría dos veces antes de renunciar a la tecnología nuclear, que funciona de forma impecable» manifestó Birol el pasado febrero.

Foro considera «fundamental» para el sistema eléctrico la existencia de una potencia base libre de CO2, como la que proporcionan las centrales nucleares españolas para garantizar la seguridad del suministro energético, la independencia energética y la autonomía estratégica, la competitividad económica y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

EN 2023, las centrales nucleares generaron MÁS DEL 20% DE LA ELECTRICIDAD CONSUMIDA Y HAN EVITADO UNOS 20 MILLONES DE TONELADAS DE CO2

La organización apoya esta información con cifras: las estadísticas 2023 del sector reflejan que las centrales de uranio producen más del 20% de la electricidad consumida en nuestro país, evitando la emisión de unos 20 millones de toneladas de CO2.

Las plantas atómicas españolas generaron durante el pasado año 54.275,01 gigavatios hora GW/h, una cantidad que representa el 20,34% del total de la producción eléctrica neta. Con una potencia instalada neta de 7.117 megavatios (MW), tan solo el 5,71% del total, consiguieron ser la segunda fuente de producción en España, según datos de Redeia (Red Eléctrica) analizados por Foro Nuclear.


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