domingo, 30 junio 2024

Luto en el sindicalismo: Josu Frade, emblemático ex secretario general de UGT en Euskadi, fallece a los 76 años

La pérdida de Josu Frade, quien sirvió como Secretario General de UGT Euskadi entre 1990 y 1998, ha dejado un gran vacío en el mundo del sindicalismo vasco. Frade, quien falleció a los 76 años de edad en Almería, fue una figura emblemática y fundamental en la defensa de los derechos de los trabajadores de la región.

Nacido en Bilbao en 1948, Frade se afilió a UGT en 1973 mientras trabajaba en lo que hoy conocemos como Iberdrola. A lo largo de su carrera, ocupó diversos cargos de relevancia dentro del sindicato, destacándose como delegado sindical de la eléctrica vasca. Su dedicación y compromiso con la causa obrera lo llevaron a ser elegido Secretario General de UGT-Euskadi en 1990, cargo que ocupó hasta 1998 gracias a su reelección en 1994 durante el VI Congreso celebrado en Vitoria.

El Legado de Josu Frade en el Sindicalismo Vasco

La figura de Josu Frade ha sido ampliamente reconocida y valorada por sus compañeros y colegas en el mundo sindical. El actual Secretario General de UGT-Euskadi, Raúl Arza, ha expresado su «más sincera gratitud» hacia Frade por su «trabajo e inmensa dedicación al sindicalismo y a las trabajadoras y trabajadores de Euskadi«. Arza resaltó que la memoria de Frade los impulsa a ser continuadores de su lucha y legado.

Durante su liderazgo, Frade desempeñó un papel fundamental en la defensa de los derechos laborales y en la mejora de las condiciones de trabajo de los empleados en la región. Su compromiso con la justicia social y la igualdad de oportunidades lo convirtieron en una figura respetada y admirada dentro del movimiento sindical vasco.

Más allá de su labor en UGT-Euskadi, Josu Frade también ejerció como Secretario General de la Federación de Industrias Afines a nivel estatal, ocupando este cargo entre 1998 y 2002. Esta experiencia le permitió ampliar su influencia y consolidar su liderazgo a nivel nacional.

El Impacto Duradero de Josu Frade

La pérdida de Josu Frade representa un duro golpe para el sindicalismo en Euskadi, ya que su legado y su impronta en la defensa de los derechos de los trabajadores seguirá siendo un referente y una inspiración para las generaciones futuras.

Su dedicación y compromiso con la causa obrera lo convirtieron en una figura imprescindible dentro del movimiento sindical vasco. Frade supo navegar en tiempos difíciles, enfrentando desafíos y adversidades, pero siempre manteniendo su firmeza y su convicción en la importancia del trabajo colectivo y la solidaridad entre los trabajadores.

Más allá de su trayectoria profesional, Josu Frade también se destacó por su liderazgo y su capacidad de movilización. Fue capaz de aglutinar a los trabajadores en torno a causas comunes, forjando una identidad y un sentido de pertenencia que trascendió las fronteras de la propia organización sindical.


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