El yen se desploma ante el dólar hasta niveles no vistos desde 1986

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La cotización del yen frente al dólar estadounidense ha sido un tema de gran relevancia en los últimos meses, pues ha alcanzado niveles que no se veían desde finales de 1986. Esta situación ha generado preocupación en las autoridades japonesas, quienes han tenido que intervenir en el mercado de divisas para defender la moneda nacional.

Entender los factores que han influido en la debilidad del yen y las medidas adoptadas por el Gobierno y el Banco de Japón es clave para analizar el impacto que esta situación está teniendo en la economía del país. Además, es importante considerar las perspectivas futuras y cómo estos acontecimientos pueden afectar a la política económica y las relaciones comerciales de Japón.

Factores que han impulsado la caída del yen

La caída del yen frente al dólar se ha debido a varios factores. En primer lugar, el Banco de Japón ha mantenido una política monetaria expansiva, con tipos de interés en niveles muy bajos, lo que ha provocado una divergencia con la política monetaria restrictiva aplicada por la Reserva Federal de Estados Unidos.

Además, la debilidad económica de Japón, con una inflación aún alejada de los objetivos del banco central, ha dificultado que el país endurezca su política monetaria al mismo ritmo que Estados Unidos. Esto ha generado presiones sobre el tipo de cambio, empujando al yen a la depreciación.

Asimismo, la inestabilidad geopolítica y las tensiones comerciales a nivel global han contribuido a aumentar la demanda del dólar como moneda refugio, lo que ha acentuado la debilidad del yen.

Respuesta de las autoridades japonesas

Ante esta situación, el Gobierno de Japón ha tenido que intervenir en el mercado de divisas para defender la cotización del yen. De hecho, el Ministerio de Finanzas confirmó que había destinado la cifra récord de 9,788 billones de yenes (unos 57.220 millones de euros) a operaciones en el mercado de divisas entre el 26 de abril y el 29 de mayo de este año.

Esta intervención se suma a la realizada en octubre de 2022, cuando el Gobierno destinó 6,349 billones de yenes (unos 37.110 millones de euros) a defender la moneda nacional.

Además, el Banco de Japón ha mantenido su política monetaria ultraexpansiva, retrasando el esperado endurecimiento de su política. Sin embargo, la entidad anunció que se prepara para reducir el importe de su programa de compra de bonos, algo que podría detallar en su próxima reunión de finales de julio.

Perspectivas y posibles impactos

La evolución de la cotización del yen y las medidas adoptadas por las autoridades japonesas tendrán un impacto significativo en la economía del país. Por un lado, la debilidad del yen puede beneficiar a las exportaciones niponas, al abaratar los productos japoneses en los mercados internacionales.

Sin embargo, la depreciación del yen también puede encarecer las importaciones, presionando la inflación y reduciendo el poder de compra de los consumidores japoneses. Además, la inestabilidad cambiaria puede afectar a la confianza de los inversores y consumidores, dificultando la recuperación económica.

En este contexto, es fundamental que Japón encuentre un equilibrio entre la defensa del yen y el mantenimiento de una política monetaria y fiscal que impulse el crecimiento económico y la estabilidad de precios. La coordinación entre el Gobierno y el Banco de Japón será clave para navegar estas aguas turbulentas y salvaguardar los intereses de la economía nipona.

Ivan Zirulnik
Ivan Zirulnik
Licenciado en Comunicación Social de la Universidad Maza. Experiencia en prensa gráfica y sitios web. Apasionado por el fútbol. Actualmente formo parte de Merca2.es