Las agujetas son causadas por el sobreúso del músculo, es decir, el aumento del trabajo muscular. Este sobreúso se produce muy usualmente cuando una persona está iniciándose en una rutina de deporte o actividad física, o bien, cuando retoma esta actividad después de un periodo de descanso largo. A su vez, también pueden aparecer en una persona entrenada si aumenta o varía considerablemente su trabajo habitual.
Como sabemos lo molestas que pueden ser, en este artículo te comentaremos 5 soluciones básicas y muy sencillas para combatirlas que quizás los médicos no te cuenten. Así que si estás comenzándote en la actividad física, continúa leyendo.
Hidratación
La falta de electrolitos contribuye al dolor muscular, entonces es necesario que bebas bastante agua mientras entrenas e incluso luego. Al trabajar más duro, los músculos necesitan más oxígeno y, por lo tanto, más sangre.
Recordemos que alrededor del 82% de tu volumen de sangre está formado por agua, por lo que la hidratación es vital. Así que no olvides de coger tu botella con agua siempre antes de salir. Considera este como el tip más importante.
Masajes
Un ligero masaje después del ejercicio ayuda a la reducción de la inflamación del organismo y estimula las mitocondrias, que son las células que convierten la glucosa en energía. Encuentra una posición cómoda y masajéate el área de tus músculos que sientas que ha trabajado más durante la actividad física.
Recuerda que si estás empezándote en la actividad deportiva debes tomarte las cosas con calma y no forzar tu cuerpo. Los masajes te ayudarán con las agujetas, pero no con una lesión que se te puede provocar si intentas hacer más de lo que tu cuerpo puede.
Baño con sales
El dolor de las agujetas se debe a pequeños desgarros musculares, que se curarán más rápido mejorando la circulación sanguínea. Una recomendación es que tomes un baño tibio y añadas entre 200 y 400 gramos de sales de Epsom, ya que esto te ayudará a aliviar el dolor.
El magnesio de la solución puede absorberse a través de la piel, lo que ayuda a reducir el dolor y mejorar la función muscular. Además, aprovecha para darte ese momento de relajación post entrenamiento.
Descanso adecuado
Si bien muchas veces no le damos la importancia necesaria a dormir lo necesario, la verdad es que un buen descanso es fundamental para que todas las funciones de nuestro cuerpo operen correctamente, durante las fases profundas del sueño, el cuerpo produce sustancias químicas para el desarrollo muscular de manera natural, como la hormona del crecimiento humano.
Así que deja el celular, apaga la televisión, acuéstate temprano e intenta dormir al menos siete horas para ayudar a tu cuerpo a recuperarse del ejercicio y vuélvelo parte de tu rutina si es que quieres evitar percances como las agujetas.
Recuperación activa
Sí, sabemos que puede doler pero solo será por unos minutos. Se trata de hacer movimientos suaves y reparadores para estirar los músculos. Puede ser una de las herramientas más eficaces que puedes utilizar para reducir drásticamente el dolor.
Además, no olvides lo importante que es estirar tu cuerpo post entrenamiento, las investigaciones han demostrado que la elongación puede ayudar a mejorar la flexibilidad y, por consiguiente, la amplitud de movimiento de las articulaciones. Una mejor flexibilidad puede, desde mejorar tu rendimiento en las actividades físicas hasta disminuir el riesgo de lesiones.
Ahora que ya tienes estos simples pasos para evitar las agujetas, no puedes permitir que estas sean una excusa para dejar de entrenar. Simplemente, se trata de incorporar estos saludables hábitos y cuidar tu cuerpo, pero recuerda: ve paso a paso.
